No importa cómo se llame, la Riba es explotación (parte 2 de 3)

Los primeros banqueros solían prestar mercancías cobrando un interés por ellas. Los comerciantes que tomaban prestado debían pagar la deuda mediante la devolución de más mercancías a los banqueros. Pero los banqueros astutos sabían que este negocio no duraría mucho. Por esa razón, se les ocurrió la idea del dinero representativo, el precursor de la moneda actual. La gente que pedía préstamos nunca se dio cuenta de lo peligroso que eso iba a ser. Cabe mencionar que fue la introducción de la moneda lo que condujo al enorme crecimiento de la industria de la banca.

El mayor obstáculo para el progreso de los países en desarrollo es la enorme cantidad de intereses que tienen que pagar cada año por los dólares que han tomado prestados del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Escuchando los consejos a favor de la urbanización expresados por los intelectuales pagados de Occidente, muchos países en desarrollo tomaron préstamos de forma ilógica y se convirtieron en víctimas de la trampa de la deuda. Es casi imposible escapar de la trampa una vez has caído en ella. La esperanza da paso a la desilusión y a la frustración.

El sufrimiento, la hambruna, la desnutrición y la erosión de los valores morales, son las consecuencias inmediatas. Es como si estuvieran cayendo en un pozo sin fondo, y no hay nadie que envíe un equipo de búsqueda. Los gobiernos continúan pidiendo prestado para sobrevivir. El hecho de que al menos 7 millones de niños mueren anualmente de hambre y malnutrición, debería abrirnos los ojos a todos. El ingreso per cápita de los Estados Unidos aumentó de 9.983 dólares en 1960 a 34.100 dólares en el año 2000, un incremento de alrededor del 400%. ¿Recuerdas que la disminución del ingreso per cápita de Somalia en el mismo período fue de 891 a 600 dólares? De manera similar, el ingreso per cápita de Madagascar disminuyó de 1.013 a 800, y el de Zambia cayó a 750 desde 1.172 dólares.

Este patrón no es ningún misterio. Es la Riba, que es la herramienta de su esclavitud. Es por los intereses recogidos a estas naciones pobres que los “grandes poderes” han prosperado y florecido.

El monto total de la deuda de los países desarrollados en el año 2005 era de 5.290 millones de dólares. El importe de la amortización del ejercicio para ese año ascendió a 57.300 millones. ¿Serán capaces esos países de pagar sus deudas en su totalidad? Cualquier persona sensata sabe que no lo harán jamás. Los políticos y gobernantes de los países desarrollados amasan grandes fortunas a través de la corrupción, y sus casas corporativas obtienen ricas cosechas a través de negocios turbios. Al mismo tiempo la gran mayoría de los seres humanos en el mundo sufren bajo el yugo de la pesada carga de los intereses puesta sobre sus débiles hombros por el Banco Mundial y el FMI, que son agencias de las naciones desarrolladas.

La primera causa de la crisis financiera que ha afectado a todo el mundo es el sistema de intereses. Este sistema, que ha sido perfeccionado por las naciones desarrolladas a fin de explotar y subyugar a otros países, ha comenzado a devolvérseles. Ellos mismos llaman a la crisis por otro nombre: contracción del crédito en 2008.

La revista “Perspectivas de la Economía Mundial” de 1998 publicada por el FMI afirma que los países agobiados por préstamos excesivos a corto plazo tendrán que luchar mucho debido a las crisis internas y externas. Los neoliberales de las naciones desarrolladas jamás previeron que el sistema de intereses que habían empleado con éxito para explotar a los países pobres volvería un día su cabeza de serpiente hacia ellos y los atacaría tan ferozmente. Sin embargo, muchos aún no se dan cuenta de que están sucumbiendo a la misma suerte que cualquier sociedad basada en intereses está condenada a sufrir.

Las prácticas del sistema bancario moderno están en conflicto con los principios del Islam. El Islam prohíbe estrictamente tomar o dar interés. Se opone a la explotación en todas sus formas, y es sinónimo de trato justo y equitativo entre todos los seres humanos.

Las economías basadas en intereses dependen del crecimiento del dinero para su supervivencia y expansión. El dinero no crece por sí mismo. Tiene que llegar a manos de empresarios eficientes que lo hagan crecer. Pero el sistema actual induce al empresario a tomar prestado sin descanso para contribuir con el crecimiento de los bancos. El sistema bancario moderno está organizado sobre la base de un pago fijo llamado interés. Los banqueros se llevan una gran porción de las ganancias que provienen del trabajo duro de los empresarios. Incluso si una empresa en la que han invertido se va a la quiebra, ellos no consideran que su dinero esté en riesgo. Siguen exigiendo el pago a pesar de todo.

Pero los bancos no solo captan enormes ganancias de las cantidades de intereses que reciben, también recurren a la “creación” de crédito. Este proceso comienza cuando los bancos prestan dinero de los depósitos primarios. Los depósitos primarios son aquellos que son depositados en los bancos. A través de la creación de crédito, los bancos son capaces de prestar cantidades mucho mayores que los depósitos que tienen en ellos. Por cada 10 dólares que tienen en la mano, pueden dar 90 que no tienen en préstamo, por la mera fabricación de números en un computador. Nada de papel moneda, nada de nada. E incluso esos 10 que tienen pueden llegarles de otro banco que los ha creado a través de apenas 1 recibido de otro banco, y así sigue la cadena hasta la Reserva Federal, que simplemente le cobra al gobierno estadounidense por ello, que es el que lo inventó, en primer lugar, por decreto. Si usted o yo hiciéramos lo mismo seríamos arrestados.