Zakat Ul Fiter (parte 1 de 2)

El alcance de la adoración en el Islam es universal en un sentido literal, pues el Corán nos enseña que cada criatura de la creación −lejana o cercana, vista o no, animada o inanimada− adora al único y verdadero Al-lah.

{Todos los que habitan en los cielos y en la Tierra se presentarán sumisos ante el Compasivo} [Corán 19:93].

Es solo a los seres humanos entonces a quienes se invita a unirse voluntariamente a la maravillosa sinfonía de la creación que adora a Dios.

Los cinco pilares del Islam −el testimonio de fe, el rezo, el ayuno, el Zakat y el peregrinaje− son los cimientos fundamentales sobre los que levantamos tan significativa vida de adoración. Pero el establecimiento de una digna vida de fe en la tierra, personal o socialmente, no puede existir sin un pilar esencial que representa la intersección entre nuestras convicciones profesadas y nuestra vida práctica.

El Zakat es ese pilar, pues es el principal instrumento que Al-lah puso en nuestras manos para elevar espiritual y socialmente a cada musulmán en nuestra comunidad, para de allí extender una mano benevolente que procure el bien común de toda la humanidad.

Entre las manifestaciones más bendecidas del Zakat –y con certeza la más extendida– está la obligación anual de donar la caridad llamada Zakat Ul Fiter antes de iniciar el ritual que cierra solemnemente el mes de Ramadán: el rezo del Eid Ul Fiter.

La palabra árabe Zakat significa pureza, limpieza, plenitud, integridad (en ambos sentidos: el físico y el moral). También significa: “crecer” o “aumentar”.

Entender todos estos significados lingüísticos nos permite apreciar propiamente qué es lo que el Zakat representa como un ritual económico o financiero prescrito por Al-lah; pues –de hecho– cada uno de estos significados encuentra su expresión original en el funcionamiento correcto del Zakat en nuestras vidas y en nuestras comunidades locales y las sociedades humanas.

También se lo conoce con el término árabe de Sadaqat Ul Fiter, que significa en español: “la sincera limosna del fin del ayuno”, pues es un testimonio de nuestra sinceridad ante Al-lah y nuestra devoción al cumplir con la Sharía (las leyes prescritas por Al-lah).

El objetivo principal del Zakat no es la simple “caridad”. Al-lah dispuso varios otros mecanismos para ello.  El Zakat, más bien, tiene un alcance mucho mayor en su visión y su práctica. Su objetivo es asegurar el bienestar psicoespiritual de cada musulmán como un individuo sirviendo a Al-lah, y proteger el bienestar social y moral de la comunidad musulmana en su conjunto.

La razón para que los objetivos del Zakat sean tan profundos y amplios es que su fundamento es universalmente coherente y materialmente decisivo. El Zakat es el dar bienes naturales de toda clase, que se impone sobre todos los que poseen bienes (y este es su aspecto comprensible) en favor de todos aquellos cuyas necesidades los hacen merecedores de una mínima y dignificante suma de él (y este es su significado más profundo). Esto significa que Al-lah eligió que se invierta la riqueza de algunos de nosotros (los pudientes) –como un medio para el incremento legal de nuestras riquezas– en otros de nosotros (los necesitados) en la forma de un fondo que debe entregarse en manos de sus justos beneficiarios, para asegurar que los bienes de los pudientes se mantengan puros y que nuestras sociedades permanezcan íntegras.

Lo profundo de esto es que le comunica a la humanidad que toda su riqueza le es otorgada como un préstamo de Al-lah, Quien, al ser el Creador, es el único dueño de la vida y de todo lo que los seres vivientes poseen.

Al-lah reveló este pilar de fe a toda comunidad viviente en la historia; pero también lo expandió haciéndolo una institución inclusiva y altamente sistematizada decretada a todos los que siguen el Islam.

La suma que compone Zakat Ul Fiter

Originalmente, la suma prescrita para el Zakat Ul Fiter era un sa’ de dátiles, trigo o cebada. El sa’ era un recipiente estándar de la época del Profeta, que se usaba para contener líquidos.

Los juristas han llevado a cabo periódicas investigaciones, como el famoso trabajo de Abu Yusuf, el afamado jurista de la escuela Hanafi, para determinar equivalentes contemporáneos en peso y medida al sa’ del Profeta.

A pesar de haber ligeras diferencias de opinión respecto al peso, debido a la conversión de distintas sustancias en sa’ (dátiles o trigo, por ejemplo) hacia una medida única, hoy en día se calcula que un sa’ de la época del Profeta equivale a entre 2,1176 y 2,250 kilogramos, poco menos de cinco libras.

Hay, sin embargo, una opinión en la escuela jurídica Hanafi en relación a la proporción que se dona para el Zakat Ul Fiter, y dice que se dona solo medio sa’ de trigo en grano o su harina, pero un sa’ entero de alimentos como la cebada, los dátiles o las uvas pasas.

Esta diferencia se basa en la abundancia o escasez de estos alimentos cuando se emitió esta opinión. Es así que la proporción se debe cuantificar tomando en cuenta el precio de los alimentos citados para establecer la cantidad donada, y siempre se debe favorecer a los beneficiarios del Zakat cuando se calcula.

Las escuelas jurídicas clásicas Maliki, Shafi’i y Hanbalí, respecto al tipo de bienes que se dona en Zakat Ul Fiter, establece que solo se donará víveres de los tipos mencionados. La escuela Hanafi, sin embargo, difiere en este asunto y establece que el Zakat Ul Fiter se puede donar en dinero efectivo, equivalente al precio contemporáneo de los víveres que se comen en una región, en la medida mencionada y en la moneda local. Basan su opinión en el beneficio mayor o la implementación más práctica, diciendo que el dinero en efectivo permite a una persona necesitada comprar lo que ella considera más deseable o necesario en el día del Eid. Aclaran que, por ejemplo, una persona tal vez no estaría necesitando granos cereales, pero sí necesita ropa o carne, etc.

¿Sobre quién se impone el pago de Zakat Ul Fiter?

Como indicamos previamente, el pago de Zakat Ul Fiter es obligatorio sobre todo musulmán que tenga una provisión de alimento que le alcance a él y a todos sus dependientes en la víspera del Eid y al día siguiente. Si sabemos a cuánto equivale un sa’ en las medidas de peso contemporáneos, podremos ser más precisos al definir quién está en obligación de pagar Zakat Ul Fiter.

Cada musulmán, rico o pobre, que posee (o tiene reservado en su nombre) granos, víveres o tiene los medios monetarios para adquirir granos y otros alimentos, en cantidad suficiente para su propio sustento y el de todos sus dependientes por una noche completa más un día completo, debe pagar el Zakat Ul Fiter. La suma es por persona y no por casa o familia.

El Profeta dijo: “Paguen el Zakat Ul Fiter por todos sus dependientes” (Baihaqui).

Diciendo esto, indicó que Zakat Ul Fiter va a purificar la fortuna del rico y será causa de que Al-lah les dé más de lo que ellos han donado a los pobres.

Así pues, quien sustenta las necesidades alimentarias de su familia debe pagar el equivalente a un sa’ por cada uno de sus dependientes.

En las escuelas jurídicas Shafi’i y Hanbali se establece que un musulmán debe pagar su Zakat Ul Fiter por él o ella y por cada persona que depende de su manutención, incluyendo:

  • El cónyuge.
  • Sus hijos (incluso si son mayores si es que aún son dependientes o no pueden hacer el pago de Zakat Ul Fiter según los requisitos legales).
  • Sus padres (si son pobres y dependientes).
  • Cualquier otra persona dependiente que reside en la casa de familia (hijastros, huérfanos, criados., etc.).

En la segunda parte concluiremos las normas de Zakat Ul Fiter en lo que respecta a cuándo se paga, así como dónde se paga. También citaremos el debate sobre el renovado interés en este tema y las recomendaciones de una conferencia internacional.