ʻUlum Al Qur’an – Ciencias coránicas (parte 2 de 2)

La revelación del Corán

La revelación del Corán es el aspecto más importante de las ciencias coránicas. Esto se debe a que saber que el Corán fue revelado divinamente es un pilar de la fe y es el fundamento de aceptar a Muhammad como el Mensajero final para todos los mundos. Este conocimiento es el punto de inicio para todas las investigaciones en las ciencias coránicas. Por esta razón, la revelación del Corán es el primer capítulo para el estudio en todas las ramas de las ciencias coránicas.

La magnificación del estatus del Corán y su ser revelado en tres etapas

Los asuntos de magnitud siempre tienen lugar de manera deliberada y fragmentaria. Dicho de otra manera, los asuntos importantes ocurren en etapas. Los seres humanos sabemos de forma innata que esto es así en relación a tales fenómenos. Por ejemplo, si uno se reúne con alguien de estatus elevado, no solo va directamente a esa persona. Primero, se acerca a un secretario, luego a un representante, y finalmente al asistente de la persona, antes de comunicarse con la persona misma.

O, por ejemplo, si uno fuera a cenar en un lugar exclusivo, no le sería servido primero el plato principal. Inicialmente, se sirven los aperitivos, luego la sopa, luego la ensalada, luego el plato principal y finalmente el postre. Además, si una persona de estatus se fuera a casar, no iría directamente a la ceremonia de la boda, sino que habría ciertos pasos a seguir. Primero, se celebraría una ocasión para marcar la solicitud formal, seguida de una celebración de compromiso, luego la fiesta de bodas, etc.

No hay comparación entre los asuntos meramente mundanos y la nobleza del Corán. Estos ejemplos son solo ayudas para entender el propósito sabio detrás de que el Corán fuera revelado por etapas: que el Corán es noble, que su revelación es un asunto de gran magnitud y otras consideraciones. De hecho, la Palabra de Dios es, de lejos, mucho más merecedora de ser mantenida en alta estima que cualquier persona o evento del mundo. Finalmente, hay que recordar que, si uno está de acuerdo en respetar a la gente de estatus en el mundo, así como las ocasiones mundanas de trascendencia, entonces debe estar más de acuerdo en respetar la Palabra de Al‑lah y lo que nos dice.

El primer descenso

El primer descenso del Corán es de Al‑lah hacia una Tabla Celestial bien preservada (Al Law Al Mahfú). La prueba de que el Corán está en una tabla bien preservada se encuentra explícitamente en la sura “Las grandes constelaciones”, versos 21-22: {Este es un Corán glorioso que está registrado en la Tabla Protegida}. Cuándo y cómo sucedió este descenso del Corán hacia la Tabla Protegida en el cielo, no lo sabe nadie más que Al‑lah (y cualquiera que Él haya querido informar de ello). Está más allá de los alcances de nuestra comprensión.

El Corán descendió todo de una sola vez hacia la Tabla Protegida en el cielo, no en etapas como fue revelado al Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él). Esto lo sabemos, primero por nuestro entendimiento de las aleyas del Corán. Así, los eruditos del Corán no han visto ninguna necesidad de interpretar estas aleyas. Segundo, las razones por las cuales Al‑lah reveló el Corán en un orden que difiere de su orden final como libro, y parte por parte, no existían cuando el Corán fue revelado a la Tabla Protegida en el cielo.

La sabiduría detrás de la revelación del Corán primero a la Tabla Celestial (es decir, lo que podemos ver de esta sabiduría) es que la Tabla Celestial es un registro de todo lo que Al‑lah ha decretado y de todo lo que será en todos los mundos. Por lo tanto, colocar al Corán en la Tabla Protegida en el cielo es una señal de que comprender los significados de la Palabra de Al‑lah es precisamente lo que necesitamos tanto para esta vida en el mundo como para la vida futura. Algunos eruditos conjeturan que la revelación del Corán hacia la Tabla Celestial puede haber sido un anuncio para la comunidad celestial del advenimiento de la última Revelación Divina.

El segundo descenso

En su segundo descenso, el Corán fue enviado en su totalidad desde la Tabla Celestial hacia Bait Al Izah, o la Casa de la Majestad, que está en este mundo y dimensión. La prueba de ello está en el primer versículo de la sura “La predestinación” (97): “Comencé la revelación [del Corán] en la noche de la predestinación”. Esta aleya afirma que la revelación del Corán tuvo lugar en su totalidad en una noche. No sabemos en qué año, mes o día de nuestro calendario ocurrió esto, pero sabemos que Al‑lah la llamó Lailatul Qáder, la noche del Decreto, y que cae en el mes de Ramadán.

Entre los muchos hadices que mencionan el descenso del Corán hacia Bait Al Izah, Ibn Mardawaih y Al-Baiaquí relatan uno en la autoridad de Ibn Abbás; Atiyah Ibn Al Asuad le dijo a Ibn Abbás: “La aleya “en el mes de Ramadán”… (Corán 2:185) y la aleya “comencé la revelación”… (Corán 97:1) ponen duda en mi corazón, porque algo del Corán fue revelado en [el mes de] Shawal, y algo [en el mes de] Dhul Qa’dah, algo en Dhul Hiyya, y en Muharram, Sáfar, Rabí Al Awal [etc.]”. Entonces, Ibn Abbás dijo: “De hecho, fue revelado en Ramadán, en Lailat ul qáder (la Noche del Decreto) en su conjunto. Luego fue revelado [de manera dispersa, como] la ubicación de las estrellas, poco a poco durante [los otros] meses y días [de su revelación al Profeta Muhammad]”.

El tercer descenso

El tercer descenso del Corán es la conexión entre su Revelación Celestial y su entrada al mundo de la humanidad, y este es el descenso desde Bait Al Izah hacia el corazón del Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) a través del ángel Gabriel. La prueba de esto está en la Palabra de Al‑lah: {Descendió con él el Espíritu Leal [el ángel Gabriel], y lo grabó en tu corazón [¡oh, Muhammad!] para que seas uno de los que advierten [a su pueblo]. Es una revelación en lengua árabe pura} [Corán 26:193-195].

Ni Gabriel ni el Profeta tuvieron incidencia en las palabras del Corán ni en su orden (ni en el orden de su primera revelación ni en el de sus aleyas y suras como las tenemos hoy en día). Este tipo de Revelación, del Corán, difiere de la de los hadices qudsi (pronunciamientos divinos). Cuando el Profeta dice en un hadiz qudsi que “Gabriel me dijo que Al‑lah dijo…”, eso significa que Gabriel entendió lo que dijo Al‑lah y lo narró en sus propias palabras, o que el Profeta entendió lo que dijo Gabriel y lo repitió en sus propias palabras.

El período de la revelación del Corán

La revelación del Corán comenzó con el inicio de la Profecía de Muhammad (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) y terminó con su muerte, lo que constituyó un período de 23 años.

Tanyim Al Qur’an: La Revelación aparentemente dispersa del Corán

La palabra árabe tanyim (similar a estrella) deriva de la palabra naym (estrella). De modo que Tanyim Al Qur’an significa, literalmente, la “estrellalización del Corán”, es decir, así como las estrellas parecen estar esparcidas en los cielos, el Corán fue revelado en lo que parece un orden disperso, diferente a su orden final en forma de libro terminado. Esto también se asemeja a la disposición y diferencia entre las perlas en un collar, cada una viene tras la otra en cierto orden, cuya razón no puede ser determinada con facilidad, o como las estrellas dispersas en el cielo, que no tienen un orden que un ser humano puede fácilmente entender o calcular.

La prueba de que el Corán fue revelado de esta manera está en la sura “El criterio” [25:32-33]: {Los que se negaron a creer dicen: “¿Por qué no le ha sido revelado el Corán de una sola vez?”. Sabe que te lo he revelado gradualmente para dar firmeza a tu corazón. Siempre que ellos presenten un argumento [en contra del Mensaje] te revelaré la Verdad, para que los refutes con un fundamento más claro y una explicación mejor}. Estos versículos también implican que, como está de acuerdo la mayoría de los eruditos, los libros celestiales anteriores al Corán −a diferencia del Corán− fueron revelados de una sola vez.

El sabio propósito tras la revelación gradual y no secuencial del Corán, incluye estos tres elementos:

  1. Dar firmeza al corazón del Profeta

Cada vez que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) recibía revelación, se sentía feliz. Por lo tanto, la revelación gradual le trajo una paz y una serenidad continuamente renovadas, en lugar de una única experiencia gozosa si el Corán le hubiera llegado de una sola vez. Además, la Revelación de esta forma gradual facilitó, en términos de preservación y entendimiento, que el Corán se afirmara poco a poco en su corazón.

  1. Elevar la comunidad musulmana de modo gradual

Tanyim Al Qur’an facilitó la elevación gradual de la comunidad musulmana haciendo más fácil para la comunidad memorizar el Corán que fue descendido poco a poco en el transcurso de veintitrés años. Esto fue especialmente importante en los inicios. Lo que se necesitó para establecer firmemente el Corán en los corazones de la Ummah o comunidad musulmana, fue mucho más en un comienzo que lo que se requirió para preservar el Corán en los corazones de los musulmanes y su comunidad una vez la Ummah estuvo establecida. Además, el Corán fue revelado a la primera generación de musulmanes en un contexto, y no hay nada como un contexto para ayudar a memorizar un texto. Obviamente, la palabra misma “contexto” significa algo que rodea o está unido a un texto.

Además, la Revelación gradual del Corán significó que la Sharía, la Ley Divina, se fuera imponiendo sobre los primeros creyentes y la Ummah de manera gradual. Así, por ejemplo, los árabes eran un pueblo con hábitos profundamente arraigados de alcoholismo y machismo, pero el Islam no inició directamente con la prohibición de estos hábitos. En lugar de ello, Al‑lah gradualmente los llevó a detestar esos vicios. Si el Corán hubiera descendido de una sola vez, estos mandatos no se habrían arraigado en la comunidad.

En el caso frecuentemente mencionado de la prohibición del alcohol, Al‑lah primero indicó en el Corán que no era saludable. Después de eso, Al‑lah prohibió a los creyentes realizar la oración en cualquier estado de intoxicación, lo que hacía posible para los creyentes beber solo en el transcurso de la noche, después de la oración nocturna (Isha). Y como se trataba de una comunidad agrícola, por lo general estaban cansados después del Isha, lo que les hacía muy difícil beber. Después de estos dos intervalos de Revelación con relación al consumo de alcohol, y después de los períodos intermedios para el ajuste debido a la revelación gradual y fragmentada del Corán, fue descendida la prohibición absoluta del consumo de alcohol.

En cuanto a los mujeriegos (siendo que el adulterio fue prohibido desde el comienzo), hubo períodos intermedios en los que se permitió el matrimonio temporal. Pero como el Corán estableció gradualmente las normas para la intimidad entre hombres y mujeres y para el matrimonio, finalmente solo quedó establecido un tipo de matrimonio. A pesar de que era permisible que los hombres tuvieran acceso a las mujeres que “sus manos derechas poseían”, esta condición se minimizó en extremo porque el Islam incorporó en su Sharía una fórmula social segura que exige una emancipación gradual de la esclavitud en las sociedades islámicas. Esto significa que, si en cualquier momento una población de esclavos fuera introducida en una comunidad que funciona según la Sharía, a pesar de que la Sharía no prohíbe específicamente la esclavitud, de inmediato y frontalmente esta sería erradicada gradualmente de la sociedad. Este es un resultado directo y necesario del estímulo del Corán y las instancias de la Sharía donde la persona debe liberar esclavos.

  1. La Revelación gradual y dispersa como prueba

El aspecto más importante de Tanyim Al Qur’an es que sirve como una prueba clara e innegable del origen divino del Corán. Solo un ser Omnisciente podría traer a la luz textos fuera de orden, dirigiéndose perfectamente a contextos reales específicos, y tener dichos textos reunidos finalmente en una recitación sagrada sin fisuras.

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