Interpretación del Corán (parte 1 de 2)

Interpretaciones válidas de los laicos

En este artículo de dos partes, abordamos los conceptos erróneos básicos que hacen que los musulmanes se vean privados del mensaje real y de la sabiduría infinita del Corán. Por un lado, muchos autoproclamados intérpretes niegan la necesidad de recurrir a los métodos o exégesis clásicos, o son impulsados por motivaciones ajenas a la sumisión sincera a Al‑lah, así que abusan audazmente del Corán y derivan de él significados contrarios a su esencia y al Mensaje del Islam.

Por otro lado, la gran mayoría silenciosa de musulmanes practicantes sufre de apatía general hacia los significados del Corán, lo que solo se incrementa por su falsa concepción de que no se puede entender nada del Corán sin recurrir a su idioma original y a la exégesis académica, y que, por lo tanto, no deberíamos ni intentarlo. Como resultado, algunos abusadores aparentemente conocedores, a veces triunfan sobre la ignorancia y la negligencia de los musulmanes comunes.

La historia musulmana ha sido testigo de muchas desviaciones que comenzaron con una interpretación desviada del Corán por parte de un impostor que fue seguido ciegamente por musulmanes ignorantes. Las herejías de los cadianís (Ahmadía, con falsas afirmaciones de profecía), los que rechazan la Sunnah (coranitas, como los submitters), los batinís (las sectas de la rama ismaelí del shiismo y sus derivados drusos, que creen en significados ocultos, esotéricos, del Corán, en lugar de sus significados literales), y muchas sectas místicas desviadas (del shiismo duodecimano, el sufismo y otras) fueron fundadas de este modo. Lo mismo está destinado a suceder de nuevo, a menos que tomemos medidas cautelares y volvamos al Mensaje Final de Al‑lah con todo nuestro corazón y toda nuestra mente.

Preocupaciones legítimas

Al tratar con el último Libro de Al‑lah, el Noble Corán, nos surgen algunas preocupaciones importantes y legítimas. Si no lo entendemos apropiadamente, estos temas se convertirán en dilemas que tienen la capacidad de sofocar el acercamiento de los musulmanes corrientes al Corán. Una creencia compartida por los musulmanes a lo largo de los siglos y por todo el mundo, es que necesitamos de eruditos especializados para entender completamente el Corán. Por un lado, encontramos el dicho de nuestro veraz Mensajero, de que “quien interpreta el Corán por su opinión propia, tendrá su lugar en el fuego del Infierno” (Tirmidhi), lo que advierte a los creyentes no expertos a no tratar de acercarse al Corán por cuenta propia. Por otro lado, Al‑lah asegura de manera enfática: {He hecho el Corán fácil de comprender y memorizar. Pero, ¿habrá alguien que reflexione?} [54:17]. Entonces, ¿para qué necesitamos a los eruditos?

¿Acaso acudir a los eruditos significa que el Islam sanciona el sacerdocio? ¿Seguir a los eruditos de forma acrítica no implica “adorarlos”, como Al‑lah señaló en el Corán que hacen los judíos y cristianos? [Corán 9:31].

El dilema desaparece en cuando nos damos cuenta de que existen diferentes capas de entendimiento del Corán. Esta categorización es válida para entender cualquier texto, y más aún el Mensaje Final de Al‑lah, que contiene sabiduría y conocimiento infinitos, y está dirigido a todo ser humano sin excepción.

Categorías de entendimiento

Refiriéndose al mismo tema, Khurram Murad escribió en su Camino al Corán: “Hablando en términos generales, podemos dividir el estudio del Corán en dos categorías: tadákur y tadábur, a partir de la aleya: {…para que mediten (liyadábaru) sobre sus signos y reflexionen (liyatadákara) los dotados de intelecto} [Corán 38:29]”.

Primer nivel de entendimiento

Tadákur (el mensaje básico esencial): Khurram Murad continúa escribiendo: “Tadákur (que significa: recibir advertencia, derivar consejo, recordar, tomar consciencia y reflexionar) es una categoría de entendimiento que, en su naturaleza esencial, no debe requerir ninguna herramienta académica sofisticada. No necesitas conocer el significado de cada palabra, no necesitas ser lo suficientemente competente para explorar todo el significado de todas las palabras importantes y claves, y puedes no entender todas las aleyas, pero en general, el mensaje general, en especial el mensaje para ti (cómo debes vivir) debe ser claro y radiante. Es en el sentido de tadákur que el Corán afirma categóricamente que es fácil de entender, que está disponible a todo buscador sincero de la verdad, si simplemente comprende lo que está leyendo y reflexiona sobre eso. Tadákur no es una categoría inferior de entendimiento, es el propósito básico esencial del Corán” (Khurram Murad, Camino al Corán).

Este tadákur que captura el mensaje básico e ineludible del Corán no puede permanecer oculto de las mentes de los lectores más simples. Sin embargo, el corazón y el alma de un lector irreverente puede no recibir jamás el mensaje del Corán, pues ello requiere de un esfuerzo espiritual: {[Como respuesta a su rechazo] hice sus corazones duros y sus oídos sordos para que no pudieran comprender [el Mensaje]. Cuando mencionas en el Corán que tu Señor es la única divinidad [con derecho a ser adorada], te dan la espalda disgustados} [Corán 17:46].

El nivel de tadákur puede ser transmitido por completo a través de cualquier traducción razonable del Corán, y uno no necesita saber ni una letra de árabe para entender el mensaje esencial del Corán. No es correcto asumir que la comprensión del Corán, a fin de tomar orientación de él, depende del conocimiento directo del idioma árabe. Existen muchas personas de habla árabe que no entienden el mensaje del Corán y no creen en él, mientras que millones que no saben ni una palabra de árabe creen en el Corán y viven su mensaje.

Es este mensaje esencial e ineludible del Corán (más allá de diferencias de interpretación, sutilezas de significados y dependencias de contextos específicos) lo que determina la aqidah o credo fundacional del Islam. Por ejemplo, consideremos las siguientes enseñanzas del Corán que están más allá de toda disputa o duda:

  •  Al‑lah es el Uno y Único Dios.
  • Muhammad es Su último Mensajero.
  • El Día del Juicio es inminente, y rendiremos cuentas de nuestros actos y creencias en ese día.
  • Quienes creen en Al‑lah y en Su Mensajero Muhammad son exitosos, y quienes rechazan cualquier parte de esta fe después de conocerla están en la perdición.
  • Los musulmanes no deben tomar a quienes rechazan la fe como sus guardianes ni protectores.
  • Todos los musulmanes constituyen una hermandad.
  • Los musulmanes deben ser humildes, bondadosos, misericordiosos y perdonadores entre sí, como hermanos.
  • Deben adorar solo a Al‑lah, realizar la oración, pagar caridad, ayunar y realizar el Hayy, y hacer la yihad (esfuerzo por la causa de Dios) en cualquier forma posible,
  • Y deben invitar a toda la humanidad hacia la guía de Al‑lah, etc.

Cada una de estas enseñanzas está más allá de toda disputa, todas las escuelas de pensamiento y todos los eruditos del Islam, modernos y antiguos, están de acuerdo en ellas. Este mensaje esencial está escrito en todos los pasajes del Corán y está fuera de toda duda.

¿Por qué debemos recordar aquí estas enseñanzas básicas? Porque cuando llega el juicio, la gente no se olvida de los detalles sobre cómo realizar la oración y cómo ayunar, pero se olvida de estos fundamentos innegables de la fe. Cuando los charlatanes (aquellos que venden las revelaciones de Al‑lah por poco precio) afirman cualquier cosa en contra de este mensaje esencial, todo musulmán debe reconocer esto como un asunto grave más allá de cualquier interpretación y de cualquier diferencia, y como un intento de sabotear el din de Al‑lah. Por el contrario, cuando un verdadero erudito difiere de una creencia popularmente sostenida, mientras apoya el mensaje verdadero del Corán y la Sunna, uno no debe oponerse a él irreflexivamente.

Mantenerse en contacto con el mensaje básico del Corán, leyéndolo y entendiéndolo de manera constante y habitual, nos da esta sabiduría, y la discreción y distinción entre lo correcto y lo incorrecto, entre la esencia y la superficie, y entre las constantes del din de Al‑lah y las variables que dependen del tiempo y el lugar.

Una lectura verdaderamente humilde y profunda del Corán, por lo tanto, es la única manera de evitar dos extremos malignos: el fascismo y el extremismo (gulú) por un lado, y las dudas y la falta de atención (gaflah) por el otro.

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  • La segunda parte de este artículo está en el siguiente enlace: https://aljumuah.net/interpretacion-del-coran-parte-2-de-2/