“El mejor entre ustedes es aquel que aprende el Corán y lo enseña”. [Bujari]
El Corán Mequí y el Medinense (parte 2)
Importancia
La división de los capítulos y versículos del Corán en las categorías mequí y medinense, es uno de los estilos que los eruditos musulmanes crearon para aumentar su esfuerzo de apreciar, entender y preservar el Corán. Además de esto, el Corán también ha sido categorizado con respecto a los temas que trata y/o presenta, como la fe, los negocios, el carácter, las historias y parábolas. Otra forma que se ha utilizado es agrupar los capítulos de acuerdo a su longitud y número de sus versículos. Esta y otras formas de categorización dan fe del esfuerzo maravilloso que han hecho los eruditos para proteger y preservar el Corán. En su libro “At-Tambih ‘Ala Fadhli ‘Ulum Al Quran” (Comprendiendo las virtudes de las ciencias del Corán), Ibn Habib An-Naisaburi mencionó 25 formas utilizadas por los eruditos para agrupar los capítulos y versículos del Corán en varias categorías significativas.
Además, estas categorizaciones probaron ser herramientas importantes en varias áreas de estudio y parte esencial de las Ciencias del Corán. Para apreciar su papel significativo en el entendimiento tanto general como particular del Corán, consideremos los siguientes puntos sobre la categorización mequí y medinense:
Puede ser esencial en el proceso del entendimiento y de la interpretación apropiada de varios versículos coránicos. Por ejemplo, en la Surah Al Qasas (28), versículo 85 dice: {Por cierto que Quien te ha ordenado transmitir el Corán te devolverá a un lugar de retorno}. Saber que este versículo es mequí nos sirve para entender la interpretación de que en este versículo Al-lah le aseguró al Profeta su eventual regreso a La Meca. Además, saber que una Surah es mequí nos indicaría que la interpretación apropiada del término Yihad cuando es mencionado en ella, significa luchar con medios pacíficos.
— Esto facilita la conclusión de normas donde está involucrada la abrogación, y por ende las opiniones de Fiqh son formuladas de manera más fiable. Por lo tanto, si encontramos dos versículos que indican normas opuestas o distintas respecto a un tema, debemos darle preferencia al versículo medinense sobre el mequí debido al principio fundamental de que una norma revelada posteriormente se sobrepone a una revelada anteriormente. Este es el caso siempre, excepto en la situación en que no todos los versículos del mismo capítulo están en la misma categoría (mequí o medinense), una rama de esta categorización que no discutimos aquí. En este caso, uno debe considerar los versículos específicos de manera individual.
— Esto explica también cómo delinear las bases de la práctica correcta de Dawah. Saber sobre la clasificación mequí y medinense nos brinda una idea general de la línea de tiempo que, cuando es considerada a la luz de eventos específicos, puede brindarnos una idea de la secuencia que debemos considerar cuando planeamos un programa de Dawah. Los eruditos han lidiado con el tema y muchos de ellos, en especial en épocas recientes, han discutido los principios y la metodología de la Dawah con respecto al tiempo, el lugar y el público.
— Esto nos ofrece una visión de la historia de la legislación islámica, que a su vez revela la sabiduría profundamente arraigada en su extensión, integridad y facilidad. Además, ayuda al entendimiento de la legislación y a apreciar su sentido y la forma en que es aplicada. Lo mismo puede decirse de la Sirah del Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, sus eventos y las circunstancias que ocurrieron en la época.
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