Extractos introductorios de las ciencias del Corán (parte 22 de 54)

“Los mejores entre ustedes son aquellos que aprenden el Corán y lo enseñan”. [Bujari]

 Recopilación del Corán (parte 2)

La frase “recopilación del Corán” (Yam’ Al Qur’an) tiene dos significados. El primero, la palabra Yam’ significa que el Corán fue recopilado y preservado en el corazón por medio de la memorización. Este es el significado aparente en las palabras de Al-lah a Su Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, cuando recién comenzó a recibir la revelación: {No te apresures [¡Oh, Muhammad!] a repetir [la recitación del Corán cuando se te es revelado, sino que espera a que concluya la revelación]. Somos Nosotros quienes te lo Recitaremos y lo Grabaremos en tu corazón. Y cuando te lo Recitemos [a través del Ángel Gabriel] sigue la recitación. Luego a Nosotros nos corresponde explicártelo.} [Corán 75:16-19]

Segundo, el término es usado para referirse a la escritura del Corán en su totalidad, independientemente de cuándo y cómo se hizo. Por ejemplo, los versos pueden haber sido escritos en piezas fragmentadas separadas, sin haber sido puestos en sus respectivos capítulos. Los versos también pudieron haber sido registrados y puestos juntos en su orden apropiado en una Surah, y cada Surah en hojas separadas. O las Suras y los versículos pudieron haber sido dispuestos en el orden correcto, y unidos en un Mus-haf o forma de libro.

La recopilación en la era del Profeta

La recopilación del Corán tuvo lugar por primera vez durante la vida del Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam. Esto fue realizado a través de dos medios distintos: la memorización en el corazón por literalmente cientos de Compañeros y mediante su escritura en varias formas por escribas asignados por el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, para tal trabajo y por otros Compañeros motivados por su propio interés y entusiasmo.

La memorización

El Corán fue revelado a lo largo de un periodo de 23 años, y tras recibir la revelación, el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, la aprendía de memoria inmediatamente y comprendía su significado. Luego, cada año, durante el mes de Ramadán, el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, le recitaba el Corán al Ángel Gabriel, y el Ángel lo recitaba de nuevo para él. Esto ocurrió dos veces durante el año en que el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, murió. [Bujari]

El Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, también animó a sus Compañeros a memorizar el Corán, y se aseguraba de que fuera enseñado a los nuevos musulmanes. Ubaidah ibn As-Samit reportó: “Cuando una persona emigraba a Medina, el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, asignaba a uno de nosotros para enseñarle el Corán. Eventualmente, la mezquita se hizo tan ruidosa debido a todas estas recitaciones del Corán, que él nos ordenó bajar nuestras voces para no distorsionar el significado (al mezclar todos esos versos)”. [Bujari]

La escritura

El Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, tenía alrededor de 60 escribas, quienes ponían por escrito la revelación como llegaba. El más prominente entre esos escribas era Zaid ibn Zabit, que Al-lah esté complacido con él; él dijo: “Yo solía escribir la Revelación (el Corán) para el profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, y él me la dictaba. Cuando terminaba, me ordenaba: ‘Lee (para mí)’, así que yo le recitaba nuevamente (lo que había escrito)”. [Bujari]

Los Compañeros, que Al-lah esté complacido con todos ellos, escribían los versículos del Corán en cualquier material que encontraban: hojas de palmeras datileras, piedras planas, cortezas de árboles, madera, pieles secas de animales, sillas de montar y omóplatos de animales. Las Suras fueron formadas recolectando los versículos que fueron escritos en estos diferentes materiales y poniéndolos en su orden apropiado.

Algunos de los Compañeros tenían copias del Corán para su uso personal, Ubai ibn Ka’b, Abdul-lah ibn Mas’ud, Umar ibn Al Jattab, Ali ibn Abi Talib, Ibn ‘Abbas, Abu Musa, Hafsa, Anas ibn Malik, Zaid ibn Zabit, Ibn Az-Zubair, Abdul-lah ibn ‘Amer y Umm Salamah, que Al-lah esté complacido con todos ellos, para nombrar a unos cuantos. Sin embargo, estas copias del Corán no estaban completas, y el orden de las Suras en ellas era diferente al orden en que las encontramos hoy en día. La organización del Corán en lo que hoy en día llamamos el Mus-haf tuvo lugar después de la muerte del Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam.