Extractos introductorios de las ciencias del Corán (parte 23 de 54)

“Los mejores entre ustedes son aquellos que aprenden el Corán y lo enseñan”. [Bujari]

 Recopilación del Corán (parte 3)

 Por qué no se hizo un Mus-haf durante la vida del Profeta

En el par de artículos anteriores hemos discutido el hecho de que el Corán en su totalidad fue escrito durante la vida del Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, en diferentes materiales pero no en un solo lugar. Algunos podrían preguntarse por qué él, sallallahu ‘alaihi wa sallam, no tuvo antes de morir el Corán escrito en la forma de un libro como el Mus-haf que tenemos hoy en día.

Existen muchas razones para esto.

Una de las razones fue que el Corán fue memorizado entero por muchos de los Compañeros, que Al-lah esté complacido con todos ellos. Muchos otros memorizaron grandes porciones de él, por lo tanto, no había ningún peligro de que fuera perdido. Además, el Corán era frecuentemente recitado y a diario en las oraciones por cientos de personas a lo largo y ancho de las tierras musulmanas. Nada puede ser más importante, cuando se trata de evitar la pérdida de cualquier texto, que este método de memorización-recitación, el cual proveyó la herramienta fundamental para hacer posible que un gran número de personas lograra conservar el Corán intacto, supervisándose unos a otros para asegurarse de protegerlo contra cualquier cambio o modificación, protección que no habría sido posible si el Corán hubiese sido conservado únicamente de forma escrita.

Otra razón fue el hecho de que el Corán fue revelado constantemente hasta poco tiempo antes de la muerte del Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam. Fue revelado de forma gradual para alcanzar metas específicas y en respuesta a diferentes situaciones. Todos los versículos del Corán fueron primero revelados y luego se convirtieron en nuevas partes de las Suras. La disposición de los versículos en Suras, así como la ubicación de los versículos recién revelados en las Suras ya existentes, fue realizada bajo la dirección del Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam. Este continuo proceso (a lo largo de un periodo de 23 años) de adición habría hecho que la escritura del Corán en forma de un libro hubiese sido algo muy complicado. Por ejemplo, el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, ordenó que algunos de los versículos que fueron revelados en Medina fueran agregados a Suras que fueron reveladas muchos años antes, en Meca. Porque la disposición de los versículos coránicos en sus lugares específicos en las Suras fue parte de la revelación misma, la evolución de las Suras y el Corán como un libro tenía que extenderse a lo largo de todo el periodo de la revelación. Cualquier intento de escribir el Corán en un formato de libro no habría tenido sentido antes de la culminación de la revelación. Esto ocurrió solo hacia el final de la vida del Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam. Después de su muerte, el Corán fue puesto junto en la forma de un libro bajo la dirección del Califa Abu Baker, que Al-lah esté complacido con él.

La abrogación fue una razón adicional e importante. La abrogación se refiere a la remoción de un versículo de la colección del Corán, en un cierto punto en el tiempo, y el reemplazarlo con otro de acuerdo a instrucciones específicas de Al-lah, recibidas mediante la revelación. Y ya que el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, no sabía cuándo algo como esto iba a ocurrir, la abrogación, el cambio podía darse en cualquier momento, dificultando así el considerar la compilación del Corán en un solo libro.

El hecho de que la revelación llevó alrededor de 23 años para completarse hizo difícil tener el Corán compilado en forma de un libro; sin embargo, el Corán fue escrito usando fragmentos de materiales sobre los que se podía escribir a medida que era revelado, de manera que todos sus 6 236 versos y 114 Suras fueron preservadas de forma escrita así como en los corazones de un número muy grande de musulmanes antes de la muerte del Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam.