10 consejos para mantener tu salah

  1. Conoce su valor

Si uno no conoce los méritos y la necesidad de la salah, las inmensas bendiciones que la acompañan, el placer espiritual incomparable y la dicha de la compañía de Al-lah que son la recompensas de una salah atenta, es probable que uno se canse de ella.
La salah separa al creyente del incrédulo. El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo en un hadiz auténtico: “Quien la haya dejado (la salah) ha cometido un acto de incredulidad”.
En el aterrador día de la rendición de cuentas, lo primero sobre lo que el siervo será preguntado será sobre su salah: si ha sido exitoso/a en ella, el resto será fácil; si no, el resto se arruinará también.

  1. Retrasar el placer es la vía hacia el éxito

Cualquier logro digno de mención en este mundo, ya sea la excelencia en el trabajo o en una escuela, desvelarse estudiando en la universidad o cualquier otra labor, todo ello requiere un grado de autocontrol y frenar los deseos inmediatos. De hecho, los expertos han descubierto que, en general, las personas más sabias, incluso en las transacciones mundanas, son aquellas que pueden frenar sus deseos y retrasar el placer. Tal individuo se convierte en un hombre de negocios exitoso, un científico productivo o un estudiante sobresaliente. Entonces, ¿qué hay de la prueba real de esta vida, cuya recompensa es nada menos que el Paraíso de tu Señor?
La salah requiere esta actitud de paciencia, contención de los deseos y retraso de los placeres; y ya que se la practica con regularidad, capacita al devoto para frenar los deseos y retrasar el placer en todos los demás aspectos de la vida, lo que lo convierte en una persona exitosa tanto en lo mundano como en lo religioso.

  1. Combate la pereza y la procrastinación

Realizar la salah a tiempo es una prueba ―de hecho, el camino hacia el Infierno está lleno de tentaciones y placeres, mientras que el que lleva al Paraíso está lleno de adversidades―. Todos enfrentan esta prueba proporcionalmente al nivel de su fe: cuanto más fuerte es la fe, más grande es la dificultad. En consecuencia, la salah es más difícil para los hipócritas.
Sé determinado en combatir la pereza. A medida que ganas estas batallas, tu fe aumenta y realizar la salah se facilita. Al-lah dice: “A quien venga a Mí la distancia de un palmo, Yo me le acercaré la distancia de un brazo…”; y después dice: “Si viene a Mí caminando, voy hacia él corriendo (de forma apropiada a Su Majestad)”.

  1. No esperes hasta último minuto

Más bien, apresúrate a realizar la salah en la primera hora, y te será más fácil. El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) advirtió contra el retraso de la salah e indicó que esa es la señal de un hipócrita. Gradualmente, realizar bien la salah se convierte en un hábito y duele no hacerla bien.

  1. La adoración es alimento para el alma

Ibn Al Qaiem mencionó que Ibn Taimiah solía esperar después de la salah del Fayer recordando a Al-lah hasta que el Sol se había levantado. Él solía decir: “Este es mi alimento. Si no lo consumiera, no tendría la fuerza para durar todo el día”. Del mismo modo, está reportado que una serie de salaf rectos no solían lamentar haber perdido ninguno de los asuntos de esta vida, como lamentaban perder este acto de adoración.

Por lo tanto, si te preguntas cómo puedes alcanzar ese mismo nivel de rectitud, tu respuesta es: con la fe y los actos. El solo hecho de desear no es, por sí mismo, suficiente, y el hecho de que uno sea capaz de alcanzar el nivel más bajo de adoración no significa que uno automáticamente sea capaz de alcanzar el nivel más avanzado. De hecho, todo esto depende de la paciencia y el trabajo duro. Al-lah dice: {Hice de algunos de ellos líderes ejemplares para guiar [a la gente] por Mi voluntad, siempre que sean pacientes y tengan certeza de Mis signos} [Corán 32:24].

  1. Entrénate para ser entusiasta de la salah

Ten la seguridad de que tu entusiasmo por cualquier asunto está basado en tu rapidez o lentitud para realizarlo. Por lo tanto, si llegas temprano y rápido, te encontrarás disponible y animado para realizarlo. Sin embargo, si llegas con letargo, lo encontrarás pesado y esperarás poder librarte de ello. Si quieres un ejemplo adecuado, mira a quien llega temprano a la salah, verás que es el último en irse, y lo contrario sucede con el que llega tarde; y verás que ocurre lo mismo contigo: observa la forma en que realizas la salah cuando llegues temprano, tu disposición y la manera en que haces súplicas después de ella. Pero cuando llegas tarde a la salah la apresuras y eres negligente con lo que viene después, como las súplicas y oraciones voluntarias. Este fenómeno no se limita solo a la salah, sino que se aplica a todos los asuntos y ejemplos.

  1. Ámala y ella te dará

Siembra las semillas del amor por la salah en tu corazón y cosecha sus frutos por voluntad de Al-lah. ¿Cómo no va a ser así si se trata de un vínculo entre el sirviente y su Señor? Es una de las puertas del Paraíso y un río vasto que fluye y nos limpia de todas las malas acciones. Es expiación por los pecados entre una y la siguiente. Sus beneficios son tan numerosos que mencionarlos todos requeriría de muchos volúmenes.

  1. Cuando dudes, recuerda el Más Allá

Esto se debe a que el tiempo de vacilación es el tiempo en que Satanás trata de afectarte. Entonces, si fueras inquebrantable, encontrarías a Satanás humillado y deshonrado, al igual que cuando dudabas a la hora de dar dinero para caridad y cuánta cantidad destinar para ella. Si recuerdas el Más Allá, entonces Satanás no podrá distraerte ni disuadirte. Después de haber dado caridad, nunca la volverías a aceptar, incluso si te devolvieran millones, esto se debe a que era el Más Allá al que aspirabas al hacerlo. Del mismo modo, en el punto en que te paras en la puerta de tu casa para entrar, y de repente escuchas el llamado a la salah y dudas entre entrar a la casa o responder al llamado, tómate un minuto para esperar y pensar. Si entraras a tu casa, no sentirías nada, más bien sería lo más fácil de hacer; en cambio, si sacrificaras una cantidad insignificante de tu tiempo y fueras a la mezquita, entonces sentirás una sensación abrumadora de satisfacción, iluminación y entendimiento que te demostrará la facilidad de lo que estás haciendo y el error y la pérdida de quienes no hacen lo mismo. Entonces, quien se arrepiente ante Al-lah es quien recordará y meditará, y quien se olvide será el que no se arrepintió.

Este es el factor decisivo. Uno puede ser puntual al ofrecer la salah durante el tiempo libre y cuando tiene energías, como la oración del Dhuhur en vacaciones. Sin embargo, ¿ese es también el caso cuando el trabajo se acumula y los requisitos aumentan, o en momentos de letargo? ¿Das una importancia secundaria a la salah en esos momentos?

  1. Establécela respondiendo a su llamado

Es importante saber que el mandato de la salah jamás llegó al Corán excepto con la palabra Iqamah (establecimiento). Del mismo modo, se sabe cuando alguien puede decir que verdaderamente ha establecido una acción. Establecer una acción es llevarla al máximo nivel de rendimiento. Por lo tanto, quien no la establezca, no es de sorprender que no le guste de verdad ni se encuentre recurriendo a ella. Esto, finalmente, lleva a que tu salah sea deficiente.

Uno de los mejores medios para establecer la salah es tener la presencia de corazón, entender los significados de las palabras que se recitan, y de los actos que se hacen. Ibn Al Qaiem dice: “Si vez a una persona en la salah perfeccionando sus inclinaciones y prosternaciones, entonces ha realizado la salah correctamente en los aspectos externos. En cuanto al aspecto interno, Al-lah sabe más”. Ibn Al Qaiem dijo esto sobre el que ofrece su salah correctamente en apariencia. Entonces, ¿qué podemos decir acerca de quien es deficiente incluso en este aspecto de la salah? Cuando digas “Alhamdu lil-lah” en tu salah, asegúrate de que tu corazón reflexione sobre su significado. Haz lo mismo cuando digas “Subhana Rabil-adhim”, “Subhana Rabil A’laa”, “Ashadu al-la ilaha il-la Al-lah”, cuando doblas tu espalda, inclinándote ante Al-lah y poniendo tu frente sobre la tierra en postración ante Él. Si perdieras la concentración durante toda la salah, entonces haz tu mejor esfuerzo, aunque sea en el último minuto del cuarto rak’ah. En verdad, la mejor de las súplicas es la que se hace con el corazón y la lengua.

  1. La súplica es el camino más seguro a la complacencia de Al‑lah

Además, sabemos que Al-lah no decepciona a quien Lo llama. Sabiendo esto, ¿qué piensas acerca de alguien que suplica y busca ayuda y apoyo para realizar aquello que Al-lah ama y con lo que Él se complace? Al-lah dijo en un Hadiz Qudsi: “Siervos Míos, todos ustedes están extraviados excepto a quienes Yo he guiado, entonces, pídanme una guía y los guiaré”.

Por lo tanto, debemos suplicar por el Más Allá. ¿No has visto cómo el amigo íntimo de Al-lah, Abraham (La paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: “Mi Señor, haz que yo y mi progenie seamos de los que establecen la salah”? Por Al-lah, ¿cuántas veces hemos dicho esto? O bien, ¿pensamos que el asunto será establecido, aunque no hayamos pedido al Uno y Único que nos haga de aquellos que lo establecen? Ese jamás será el caso.

Si invocamos a Al-lah, Subhanahu wata’la, y Él sabe que somos sinceros en nuestra solicitud, nunca nos la negará. Entonces, invoca a Al-lah y ten seguridad de Su respuesta.