Para los musulmanes que vivimos en países occidentales este Ramadán puede ser realmente excepcional, no lo desaprovechemos, tal vez no nos toque vivir otro igual. ¿Por qué me refiero solo a los países occidentales? Porque, por lo general, en los países de mayoría musulmana todo cambia durante Ramadán con el objetivo de facilitar el ayuno; por ejemplo, la jornada laboral se acorta de 7 u 8 horas diarias a 5 o 6 o incluso menos, lo mismo sucede con el horario escolar. Durante el día cierran todos los restaurantes, grandes y pequeños, así que si uno sale no ve comida por ninguna parte ni gente comiendo, lo que evita que uno “sufra” de antojos y, lo mejor de todo, unos días antes del Eid dan vacaciones generales y 3 días de feriado nacional por el Eid. ¿Qué más se puede pedir?
Sin embargo, en la mayoría de los países occidentales los musulmanes pasamos Ramadán como cualquier otro mes, seguimos trabajando o estudiando normalmente, ni siquiera tenemos vacaciones por el Eid, muchos incluso no pueden asistir a la oración del Eid a causa del trabajo o los estudios. Para muchos los días de ayuno son un verdadero sacrificio, porque deben salir de casa como siempre y pasar largas horas realizando sus actividades cotidianas, a veces en pleno verano. Pero este Ramadán ya no será así, este Ramadán tendremos que pasarlo en casa, y en esto podemos encontrar muchas ventajas. Veámoslo como algo positivo, como una oportunidad única. Tengamos paciencia y entreguémonos a la voluntad de Dios teniendo la confianza en que Él tiene el control de todo, y descansemos pensando en eso. Dice Al-lah: {Busquen socorro en la paciencia y la oración […]} [Corán 2:45]. Dijo el Profeta Muhammad: “Cuán maravillosa es la situación del creyente, porque todos sus asuntos son buenos, y esto solo se aplica al creyente. Si algo bueno le sucede, es agradecido y eso es bueno para él. Si algo malo le sucede, lo soporta con paciencia y eso es bueno para él” (Muslim).
No dejemos que la aflicción que nos causa esta situación nos quite la alegría que la llegada del bendito mes de Ramadán nos ha producido siempre, que no nos quite el entusiasmo y la emoción de vivir un mes entero de fiesta espiritual, que nuestra alma se regocije incluso más que otros años buscando la cercanía con nuestro Señor, pues a causa de la cuarentena tendremos la oportunidad de pasar más tiempo en casa y, por lo tanto, de dedicar el tiempo necesario a nuestros deberes religiosos. Podemos planificar una rutina diaria que nos permita cumplir con todos los actos de adoración prescritos para este mes y de esa forma ganar la mayor cantidad de hasanat (bendiciones/recompensas) posibles, ¡como nunca antes!
Si tienes niños, esfuérzate por despertar en ellos el entusiasmo por la llegada de esta época del año que tan especial, hagan adornos caseros para decorar, a los niños les encanta hacer manualidades, pongan globos, podrían hacer un letrero que diga Ramadán Karim. Planea hacer galletas o un pastel para celebrar el inicio de Ramadán, y podrías también planear un menú especial. Es verdad que estamos atravesando una crisis económica, pero podemos tomar esto como una oportunidad para aprender a ahorrar y aprender algunas recetas de cocina deliciosas a bajo costo, se puede encontrar muchas en YouTube, incluso hace poco vi que hay una especie de “desafío” entre chefs de todas partes para preparar platos con menos de dos dólares.
Este Ramadán también es excepcional porque las oportunidades para hacer buenas obras se han multiplicado mucho. Hoy todos estamos atravesando una situación difícil, y si no estás pasando necesidades y tienes la posibilidad de ayudar a alguien, no lo dudes, hazlo. No tomes por pequeña cualquier ayuda que puedas dar, lo que para ti tal vez sea algo insignificante, podría ser la salvación para otra persona en estos momentos. Dice el Corán: {[…] Lo que sea que des en caridad, Dios lo sabe} [2:273]
Ramadán es el mes de la misericordia. Dijo el Profeta Muhammad, la paz y las bendiciones de Dios sean con él: “El Misericordioso mostrará misericordia con los misericordiosos; por tanto, sean misericordiosos con los que están en la Tierra, y El que está en el Cielo será Misericordioso con ustedes” (At-Tirmidhi). ¡Qué mejor oportunidad para ganar la misericordia de Dios que esta! Hoy en día hay mucha gente que está sufriendo, que está pasando necesidades de todo tipo, busquemos la manera de ayudar. Dice Al-lah: {A quienes hagan caridad con sus bienes materiales, de noche o de día, en privado o en público, su Señor los recompensará, y no sentirán temor ni tristeza} [Corán 2:274]. Cuando damos algo en caridad no estamos haciendo un gasto, estamos haciendo una inversión, la mejor de las inversiones, porque nos generará una ganancia sin límites junto a nuestro Señor.
Todas las alabanzas sean para Dios, el Señor del universo.
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