El idioma árabe es el único vehículo de significado apropiado para el Libro final de Dios.
En la primera parte se habló de la oración nominal de la gramática árabe y se dio un ejemplo amplio para mostrar cómo las traducciones al español no logran transmitir todos los elementos implícitos en el texto árabe de una aleya familiar de la sura “La apertura” (1:2).
En esta segunda parte veremos una segunda estructura típica de oración en la gramática árabe, y la técnica literaria de la elipsis, que forma parte del Corán árabe.
La oración verbal del árabe
Otro ejemplo de cómo la concisión y la brevedad únicamente arrojan más sutilezas de significado, es la forma en que los componentes implícitos o sobreentendidos trabajan tanto en las oraciones nominales como en las verbales.
Recordemos que la oración nominal implica permanencia e inmutabilidad como componentes de significado. La oración verbal árabe es la contraparte de la oración nominal, e inversamente implica cambio y fugacidad.
¿Por qué es importante el significado sobreentendido?
La técnica de construir implicación, vinculación o transmisión indirecta de significado en un texto, es lo que los lingüistas denominan “elipsis”. Elipsis es la expresión no directa de uno o más elementos de la oración, cuyo significado puede ser confiablemente conocido o reconstruido a partir del contexto[1].
En términos sencillos, las palabras pueden ser omitidas (excluidas) y, aun así, el significado permanece, con base en la totalidad de los elementos del lenguaje que se encuentran presentes.
En numerosos casos, el Corán árabe deja que el lector conjure los elementos deliberadamente ocultos, y construya en consecuencia el significado. El lector u oyente árabe del Corán no encuentra en dicha omisión una debilidad, de hecho, para él es una fortaleza. La omisión es parte del estilo literario del Corán árabe, un elemento de juego de herramientas del Corán que lo ayuda a llevar al lector u oyente a un viaje emocionante del alma y la mente.
“Mis ángeles se presentaron ante Abraham…”
En sura “Hud” (11:69-73), Dios relata la historia del Profeta Abraham y los dos ángeles que fueron a darle las buenas nuevas de la inminente concepción de su esposa. Los ángeles y Abraham intercambiaron saludos de paz (11:69):
−Los ángeles: kala salaman
−Abraham: kala salamun
En todas las siguientes traducciones al español, el saludo de Abraham es idéntico o muy similar al de los ángeles:
- {Le dijeron “Paz”. “Paz”, respondió él} (Bahiye Mulla Huech, El Corán, 2004)
- {Dijeron: ¡La paz sea contigo! Respondió [Abraham]: ¡Y con vosotros!} (Abdul Qader Mouheddine y Sirhan Ali Sánchez, El Sagrado Corán, traducción de su contenido al idioma español, 2004)
- {Dijeron: “¡Que la paz sea contigo!” Y él les dijo: “¡Que la paz sea con vosotros!”} (Ahmed Abboud y Rafael Castellanos, El Sagrado Corán, 1953)
- {Dijeron: Paz, contestó: Paz} (Abdel Ghani Melara Navío, El Noble Corán comentado, 1994)
- {Ellos dijeron “Paz esté contigo”. Él contestó “Paz también esté con ustedes” (Dr. Harun-ur-Rashid Malik, Traducción en español del significado de Al-Qur’an, 2012)
- {Dijeron: «¡Paz!» Dijo: «¡Paz!»} (Julio Cortés, El Corán, 1979)
- {Dijeron: “¡La paz sea contigo!” Respondió [Abraham]: “¡Y con ustedes!”} (Isa García, El Corán, Traducción Comentada, 2014)
El texto en árabe los muestra diferentes. Los ángeles dicen salaman, mientras que Abraham dice salamun. La única diferencia de sonido entre las dos palabras oculta bajo ella más de lo que parece.
Analizando la gramática de los dos saludos
- 1. Los gramáticos árabes afirman que el salamunde Abraham es un complemento gramatical de una palabra omitida, es decir, la expresión completamente entendida no es una única palabra sino una oración nominal completa, que puede leerse: “¡[Esto (es)] salamun!”.
¿Cómo sabemos esto? La terminación un del sustantivo árabe salam es la clave para deducir la parte elidida (omitida). Aquí la estructura de oración nominal implica que la respuesta de Abraham de “¡Paz!” implica permanencia, del mismo modo que está implícita en al hamdu lil-lah, como se explicó en el ejemplo de oración nominal en la primera parte de este artículo.
- Por el contrario, el anen el salaman de los ángeles es nuestra indicación de que la parte omitida es un verbo, lo que hace que la parte sobreentendida sea un verbo y salaman su objeto gramatical. El saludo inicial completo, entonces, es una oración verbal que puede leerse: “[Te saludamos (con)] salaman”.
El significado matizado de cada uno de los dos saludos, levemente distintos, ha sido implicado por la mínima diferencia de sonido entre las dos formas de palabras árabes.
Analizando la experiencia de Abraham
¿Cuál es el significado de toda esta interacción de palabras? Los comentaristas dicen que el saludo de Abraham en respuesta, presagia una paz más duradera[2].
- porque él sabe que si lo saludan debe responder con un saludo igual o mejor [Corán 4:86] y
- porque como anfitrión muestra una hospitalidad inagotable cuando se apresura a entretener a los invitados con un ternero asado [Corán 11:69].
- También, cuando Abraham sabe del castigo próximo que está por ocurrir en las aldeas del pueblo de Lot, trata de evitar la aniquilación de dicho pueblo: “Pero Lot vive entre ellos”, les respondió (consternado) [Corán 29:32]. Fiel a la confianza de Abraham en Dios, Lot fue salvado del castigo de su pueblo.
En realidad, el Profeta Abraham fue reprendido por hacer esta intercesión, porque básicamente estaba destinada a evitar el castigo de la villa de pecadores, y mencionar al Profeta Lot era más bien un pretexto. Aquí hay algunas aleyas que respaldan esta implicación:
- {Pero cuando se disipó el temor de Abraham y le fue dada la albricia, habló en favor del pueblo de Lot. Abraham era indulgente, lleno de compasión y siempre pedía perdón. [Le fue dicho:] “¡Oh, Abraham! Desiste de interceder por ellos, pues ha llegado el designio de tu Señor, y los azotará un castigo inapelable”} [Corán 11:74-76].
- {Dijo [Abraham]: “Pero Lot está allí”. Respondieron [los ángeles]: “Nosotros conocemos mejor [que tú] quién está en ella. Lo salvaremos a él y a su familia, excepto a su mujer, que se contará entre los condenados”} [Corán 29:32].
Por otro lado, el saludo de paz de los ángeles no es uno que implique permanencia ni inmutabilidad.
Combinando varios relatos [11:69-83; 15:51-60; 29:31-35], el resto de la historia va así: {Abraham dijo: “Ustedes nos infunden temor”} [Corán 15:52]. {Cuando observó que sus manos no lo tocaban [al ternero] sospechó de ellos y sintió temor} [Corán 11:70] —porque siendo invitados y viajeros, no comían[3]—. {“No temas”, le dijeron, “te anunciamos el nacimiento de un hijo sabio”} [Corán 15:53].
Esto marca el final de la primera parte pacífica de su misión. {Hemos sido enviados [para castigar] a un pueblo de pecadores} [15:58]. Los ángeles declinan la súplica de Abraham para retrasar el castigo de los sodomitas a cuenta de que el Profeta Lot se encontraba entre ellos: {Nosotros conocemos mejor [que tú] quién está en ella. Lo salvaremos a él y a su familia, excepto a su mujer, que se contará entre los condenados} [Corán 29:32]; manifestaron: {Haremos descender sobre la población de esta ciudad un castigo del cielo por haberse pervertido} [Corán 29:34].
Los ángeles llegaron con albricias para Abraham y con un castigo para los pecadores del pueblo de Lot. Esto es lo que su salaman transmite elegantemente, una falta de constancia de paz y seguridad. Y ahí es donde falla la traducción.
Apenas una probada del Corán árabe
En este limitado artículo se han presentado algunos ejemplos con gramática poco compleja, para dar apenas una muestra de la variedad ilimitada de significados intrínsecos entretejidos en el Corán árabe. El ejemplo anterior de los salam intercambiados entre los ángeles y Abraham es un caso para mostrar el tipo de profundidad del diálogo intratextual que pierde su vigor cuando el Corán es separado de su origen árabe.
En consecuencia, uno puede imaginarse cuán inapropiado sería revertir el salam de los ángeles y el de Abraham: si Abraham saludara a los ángeles con salaman o si los ángeles saludaran a Abraham con salamun.
Un comentario adicional
De hecho, no hay nada en el Corán árabe que sea accidental. El árabe es la herramienta perfecta para comunicar con precisión los matices del mensaje que pretende transmitir. El mensaje del Corán cobra vida cuanto más se adentra uno en las joyas de los versículos árabes. Nuestros eruditos tradicionales han anotado mucho de esto en sus comentarios, sin duda quedan aún otras joyas por descubrir o redescubrir.
Pero, ¿realmente es cierto lo que se dijo al comienzo, que el idioma árabe es el único vehículo de significado apropiado para el Libro final de Dios? ¿No es razonable argumentar que los otros idiomas semíticos antiguos también poseían los mismos rasgos del árabe? La respuesta es sí, así es. Y sí, no podemos probar de forma definitiva la tesis anterior con solo algunos ejemplos sencillos. Pero señalemos que, cuando Dios eligió el árabe para esta noble misión, Él agregó honor a la distinción.
Nos corresponde a todos nosotros, en la medida de nuestras posibilidades, hallar nuestra forma individual apropiada de profundizar en las complejidades del Corán árabe, comprender nuestro Libro y ser guiados al máximo, cada uno de nosotros, en nuestros viajes terrenales.
En la tercera y última parte de este artículo se expondrán ejemplos adicionales a fin de respaldar la afirmación de que el Corán árabe tiene determinación y precisión infalibles, in sha Al-lah.
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[1] Marjorie J. McShane, A theory of Ellipsis, 2005.
[2] At-Tahir Ibn Ashur, At-Tahrir wa At-Tanwir, 1984, 1, 16.
[3] Ibrahim Ramadhan, At-Tafsir Al Qaiem Ibn Al Qaiem, 1410 H., 1, 489.
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