“El desafío para los cristianos de todo el mundo es imaginar el contexto palestino a los ojos de Jesús… Lamentablemente, los cristianos, y en particular los cristianos estadounidenses, no se preguntan cómo manejaría Jesús un conflicto como el de Palestina-Israel”[1]. Joseph Cumming, pastor evangélico estadounidense, director del Programa de Reconciliación del Centro de Fe y Cultura de Yale.
Si uno se atiene a las noticias de las grandes cadenas noticiosas, es fácil convencerse de que los cristianos del mundo entero apoyan la existencia del Estado de Israel como si de defender la Biblia misma se tratara; por eso, el título de este artículo puede parecer desde sorprendente hasta ridículo.
Pero no, no hablo aquí de una ínfima minoría oculta en alguna oscura secta cristiana. Me refiero a todos los cristianos del mundo que son conscientes, por un lado, del genocidio que el Estado de Israel está llevando a cabo contra los palestinos; y por otro, del hecho de que tanto en Israel como en Palestina hay cristianos de diversas iglesias y denominaciones que están sufriendo en carne propia las consecuencias de la invasión israelí a tierras palestinas.
En efecto, los medios prefieren publicitar el apoyo que los grupos de cristianos blancos les han dado a las políticas racistas y de ultraderecha del Estado de Israel[2]. No hay duda de que el voto de los evangélicos fundamentalistas ha jugado un papel importante en la llegada al poder de partidos de ultraderecha en toda América, como se ha visto en Estados Unidos, Brasil, Chile y Colombia[3]. Tampoco es un secreto que la Iglesia Católica Romana ha sido y sigue siendo una fuerza política importante en Latinoamérica, y que si bien de su seno emergió la Teología de la Liberación que inspiró muchos movimientos revolucionarios, históricamente se ha destacado por su alineación con la derecha extrema[4].
Sin embargo, lo que la mayoría desconoce, o prefiere ignorar, es que la población palestina no está compuesta exclusivamente por musulmanes, y que el problema en Palestina no es un asunto de judíos vs. musulmanes, ni de “el pueblo de Dios defendiendo su tierra ancestral”, sino que hay cristianos palestinos viviendo tanto en territorio del Estado Palestino como en territorio del Estado de Israel y, contrario a lo que se suele creer, los musulmanes y cristianos palestinos mantienen muy buenas relaciones de respeto y fraternidad, y de unión en la cultura y el orgullo nacional. A muchos sorprenderá saber que los cristianos tienen varios curules en el Consejo Legislativo Palestino[5].
De hecho, el cristianismo sionista que aparenta ser una mayoría en crecimiento (si uno se atiene a lo que ve en la televisión), es un movimiento minoritario que se concentra en ciertas iglesias de Estados Unidos y algunas iglesias protestantes latinoamericanas que dependen (teológicamente, pero sobre todo, financieramente) de ellas. Munther Isaac, director de la Conferencia Cristo en el Punto de Control, afirma que “si bien hemos visto un resurgir en el campo del cristianismo sionista, tenemos confianza en que es un surgimiento artificial que no tiene base entre la gente joven, los académicos, los teólogos, ni entre la élite cristiana ni evangélica”[6].
Los cristianos palestinos pertenecen a diversas denominaciones cristianas, principalmente ortodoxos griegos, sirios, coptos y armenios, católicos romanos, protestantes luteranos y episcopales, y no han sido inmunes a las políticas de ocupación del gobierno israelí. Durante décadas, los cristianos palestinos, al igual que los musulmanes, han soportado guerras, hambrunas y enfermedades a cuenta de la ocupación israelí[7]. Se estima que en el Estado Palestino hay cerca de 60.000 cristianos, concentrados principalmente en Belén y Ramala, un número muy inferior al que había antes de la masacre de Deir Yassin, que provocó el desplazamiento y la desaparición de unos 250.000 palestinos, en su mayoría cristianos, en 1948, cuando las fuerzas israelíes destruyeron 531 aldeas con pobladores tanto musulmanes como cristianos[8].
La difícil situación que viven los cristianos palestinos, duramente golpeados por la ocupación israelí, se ve agravada por el hecho de que sus propias iglesias no les han prestado ayuda. La Iglesia Ortodoxa Griega y el Vaticano son enormes empresas multinacionales que han recibido exenciones de impuestos por parte del gobierno israelí por su naturaleza religiosa, pero que han invertido menos en caridad y más en negocios rentables (como restaurantes y hoteles para los peregrinos que visitan los lugares sagrados), y se han llevado las ganancias a sus cuarteles centrales en lugar de reinvertirlas en mejorar las condiciones de sus comunidades tanto en territorio israelí como en territorio palestino[9]. En febrero de 2018, enfrentados a nuevas políticas del Estado de Israel que ponen en riesgo las propiedades de sus iglesias, los representantes de estas en Tierra Santa cerraron la capilla del Santo Sepulcro, impidiendo la entrada a los peregrinos como forma de protesta. Una protesta que jamás se ha visto en solidaridad con los palestinos musulmanes (cuyas instituciones religiosas perdieron todas sus tierras y propiedades, y han sido tratadas con extrema severidad desde 1948), y que tampoco se ha visto en solidaridad con las propias comunidades cristianas palestinas, que han sido diezmadas y obligadas al exilio por el accionar israelí en su papel de agente invasor. Solo ahora, cuando han visto en peligro su dinero, las iglesias han alzado su voz de protesta[10].
Abandonados por sus iglesias, los cristianos palestinos no solo han sido olvidados también por sus hermanos en la fe de Occidente, sino que estos parecen haberse convertido en sus enemigos. Pastores y ministros protestantes de toda Latinoamérica replican los discursos de sus inversores y líderes estadounidenses, que continuamente alaban a Israel y han sido los más furiosos defensores de la decisión de mover la embajada de la potencia norteamericana a la ciudad de Jerusalén.
Mike Pence, vicepresidente de Estados Unidos, dio en Israel un discurso lleno de citas bíblicas que pretendía demostrar que Dios mismo estableció Jerusalén como capital del Estado de Israel. En este discurso de enero de 2018, Pence y Netanyahu mostraron su mutuo regocijo por la total adhesión del gobierno de Trump a la agenda política de Israel, algo que ha sido visto como una traición de Estados Unidos al pueblo palestino[11]. La visión de Pence representa la de todos los denominados “cristianos sionistas”, que creen que reconocer a Jerusalén como capital del Estado de Israel es una de las condiciones que deben cumplirse para acelerar la llegada del Armagedón.
En contraste, una mayoría de cristianos en el mundo considera que esta visión del cristianismo sionista es una negación de las enseñanzas de Jesús de justicia y compasión para toda la humanidad. La ven como una ideología enfermiza, e incluso como una blasfemia. Para los cristianos palestinos, el discurso de los cristianos sionistas simplemente utiliza la religión para ocultar o justificar las políticas criminales del Estado de Israel durante su gobierno de medio siglo sobre millones de palestinos.
Rebecca Littlejohn, una pastora estadounidense de la iglesia Discípulos de Cristo, que ha estado trabajando por la paz en la región junto con cristianos palestinos, afirmó: “Hasta donde puedo ver, hay muy poco en la religión de Mike Pence que me parezca cristianismo[12]”. Por su parte, Munther Isaac, que también es pastor de la Iglesia Luterana de la Natividad, en Belén, durante la Conferencia Cristo en el Punto de Control, afirmó que “estamos regresando a las raíces y la teología a fin de retar la teología del cristianismo sionista, para así dejar en claro que esta no refleja los valores cristianos[13]”.
Igualmente, el teólogo iniciador de la Conferencia, reverendo Alex Awad, afirma que esta tiene el propósito de que “líderes y teólogos cristianos de todo el mundo vengan a Belén y vean el muro de segregación, los asentamientos de los colonos, los puntos de control, los campos de refugiados y todas las demás injusticias que los palestinos enfrentamos a diario, y que luego miren en la Biblia y busquen inspiración, mientras revisan las enseñanzas de Jesús en temas como paz, justicia y amor de Dios para todos los pueblos[14]”.
La decisión del presidente Trump de trasladar la embajada estadounidense a Jerusalén despertó todo tipo de rechazos en la Unión Europea y los países árabes, y ayudó a fortalecer la unión entre los palestinos de diversas religiones. Lisa Loden, judía mesiánica y codirectora de la Iniciativa Lausanne para la Reconciliación en Israel-Palestina, afirma que “lo que está sucediendo en Gaza es un desastre humano de proporciones épicas… Mover la embajada estadounidense a Jerusalén es un obstáculo para la paz”[15].
Hanna Maher, pastor bautista egipcio, vive en la franja de Gaza con su esposa palestina y sus dos hijos, hacinado junto a dos millones de personas en un territorio más pequeño que la isla de Barbados, allí tiene su iglesia evangélica y ayuda con alimentos a 120 familias. Él afirma que los cristianos en Gaza están en contra de que la embajada estadounidense esté en Jerusalén, y exigen que se cumpla el mandato de la ONU sobre el derecho de los refugiados palestinos a regresar a sus tierras[16].
Fredrick Hazo, cristiano palestino de la iglesia católica asiria, ha acompañado a cristianos y musulmanes unidos en protestas contra la decisión de trasladar la embajada estadounidense a Jerusalén: “Trump está arrastrando al mundo entero al conflicto… Estamos unidos, musulmanes y cristianos somos uno”[17]. Menos de una hora después de que Trump anunció que movería la embajada a Jerusalén, los cristianos apagaron las luces del árbol navideño frente a la Iglesia de la Natividad, en Belén, para recordarle al mundo que allí hay una comunidad cristiana que está siendo vulnerada por esa decisión, y que ha sufrido las mismas vejaciones que los musulmanes a manos de Israel.
Igualmente, los líderes de 13 denominaciones cristianas escribieron al presidente Trump una carta advirtiéndole del daño irreparable que significaría mover su embajada. “Cristianos, judíos y musulmanes viven juntos en Jerusalén, y no hay problemas entre ellos. Solo la política. Los gobiernos quieren hacer guerras”, afirma un palestino que vive en la ciudad. Y otro dice: “Puedo ir a la iglesia en cualquier parte de Jerusalén, y ni Trump ni Netanyahu van a detenerme”[18].
Por su parte, la profesora, activista y negociadora cristiana palestina Hanan Ashrawi, afirmó en una entrevista para la BBC: “No creo que Dios haya ordenado que el mundo sea injusto con los palestinos… Nosotros somos los cristianos originales, los dueños de la tierra, somos los que hemos estado aquí durante siglos… Muchos cristianos desinformados apoyan el sionismo israelí creyendo que representa al cristianismo o que defiende a los cristianos. Muchos de esos cristianos ignorantes piensan que la lucha palestina es una lucha entre árabes e Israel, o entre el Islam y el cristianismo… y no ven que hay sentimientos profundos entre la comunidad cristiana palestina, que también ha sido oprimida por Israel al igual que la comunidad musulmana”[19].
El expatriarca latino de Jerusalén (iglesia católica romana) Michel Sabbah, afirmó en entrevista a CNN: “Nuestro miedo no proviene de nuestro pueblo, de los musulmanes. Nuestro temor viene de Estados Unidos. Si Trump quiere defender a los cristianos en Oriente Medio, tiene que comenzar por cambiar la política estadounidense en Oriente Medio: comenzar una nueva visión de la política, basada en la vida y no más en la muerte ni la destrucción”[20].
La realidad es que, mientras las iglesias fundamentalistas cristianas blancas defienden el sionismo como parte de su agenda política y en defensa de sus intereses comerciales, los cristianos palestinos han sido abandonados por sus propias iglesias y están sometidos a la brutalidad establecida por las políticas de invasión y colonización del Estado de Israel. Los peregrinos cristianos que llegan de todas partes del mundo a visitar los lugares sagrados, son guiados por sionistas que los llevan por lugares donde estén lejos de ver los efectos brutales de la ocupación israelí, y que les explican el conflicto de manera simplista como un asunto de “terroristas islámicos” contra el “pueblo elegido de Dios”. Los peregrinos jamás reciben información sobre cómo los cristianos palestinos han sido despojados de sus tierras y desplazados de sus hogares por parte de las autoridades israelíes, ni de cómo los líderes religiosos cristianos han sido perseguidos y atacados por judíos extremistas protegidos por el Estado de Israel[21].
Así que, hermano cristiano, la próxima vez que escuches a tu pastor decir que Israel tiene derecho a existir y que apoyarlo sin cuestionamiento alguno es parte del hecho mismo de ser cristiano, piensa en los niños y las mujeres cristianos que mueren o son despojados o maltratados por Israel a diario, y recuerda que ese mismo Israel ha estado ayudando a que la muerte y la guerra se extiendan por toda Latinoamérica[22].
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[1] Kuttab, Daoud. Palestinian Christians debunk Christian Zionist’s theology. The Jordan Times. 2018. (www.jordantimes.com/opinion/daoud-kuttab/palestinian-christians-debunk-christian-zionists%E2%80%99-theology)
[2] Wilson-Hartgrove, Jonathan. Why Evangelicals Support President Trump, Despite His Immorality. Time. 2018. (time.com/5161349/president-trump-white-evangelical-support-slaveholders/)
[3] Corrales, Javier. Un matrimonio perfecto: evangélicos y conservadores en América Latina. The New York Times. 2018. (www.nytimes.com/es/2018/01/19/opinion-evangelicos-conservadores-america-latina-corrales/)
[4] Paradinas, Marcos. La Iglesia no solo protegió a Videla, también se abrazó con Hitler, Mussolini, Franco, Pinochet… El Plural. 2013. (www.elplural.com/sociedad/religion/la-iglesia-no-solo-protegio-a-videla-tambien-se-abrazo-con-hitler-mussolini-franco-pinochet_57956102)
[5] Nicolaou-Garcia, Silvia. Christian-Muslim relations in Palestine. Middle East Monitor. 2014. (www.middleeastmonitor.com/20140511-christian-muslim-relations-in-palestine/)
[6] Kuttab, Daoud. 2018.
[7] Lee, Ian. From pilgrimage to exodus: Is the end nigh for Palestinian Christians? CNN. 2018. (edition.cnn.com/2018/01/22/middleeast/bethlehem-christians-israel-palestinians-intl/index.html)
[8] Nicolaou-Garcia, Silvia. 2014.
[9] Cook, Jonathan. Money, not the protection of Palestinian Christians, was at the root of Holy Sepulchre protest. Middle East Eye. 2018. (www.middleeasteye.net/columns/money-not-protection-palestinian-christians-was-root-holy-sepulchre-protest-1616428657)
[10] Ibíd.
[11] Laub, Karin. Palestinian Christians slam Pence’s pro-Israel faith. Chicago Tribune. 2018. (www.chicagotribune.com/news/nationworld/sns-bc-ml–palestinians-christians-20180122-story.html#)
[12] Ibíd.
[13] Kuttab, Daoud. 2018.
[14] Ibíd.
[15] Casper, Jayson. In Shadow of Death, Palestinian Christians and Messianic Jews Relapse on Reconciling. Christianity Today. 2018. (www.christianitytoday.com/news/2018/may/gaza-jerusalem-embassy-palestinian-christians-messianic-jew.html)
[16] Winstanley, Asa. El derecho al retorno de los refugiados palestinos es ineludible. Monitor de Oriente. 2017. (www.monitordeoriente.com/20170705-el-derecho-al-retorno-de-los-refugiados-palestinos-es-ineludible/)
[17] Lubell, Maayan. “We are one”: Palestinian Christians and Muslims unite against Trump’s Jerusalem call. Reuters. 2017. (www.reuters.com/article/us-usa-trump-israel-religion/we-are-one-palestinian-christians-and-muslims-unite-against-trumps-jerusalem-call-idUSKBN1E61SB)
[18] Ibíd.
[19] A Christian Palestinian Activist, Hanan Ashrawi, schools Christians on Trump’s Jerusalem faux pas. Reflection-OnLine. The Free Zakzaky Campaign Committee. 2017. (reflection-online.com/2017/12/16/a-christian-palestinian-activist-hanan-ashrawi-schools-christians-on-trumps-jerusalem-faux-pas/)
[20] Lee, Ian. 2018.
[21] Damen, Ahmad. Forbidden Pilgrimage. Palestine Remix. Aljazeera. 2015. (interactive.aljazeera.com/aje/palestineremix/forbidden-pilgrimage.html#/4)
[22] Winstanley, Asa. Cómo Israel ayudó a los escuadrones de la muerte en América Latina. Monitor de Oriente. 2018. (www.monitordeoriente.com/20180625-como-israel-ayudo-a-los-escuadrones-de-la-muerte-en-america-latina-parte-1/)
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