Algunas personas, ya sea por su desconocimiento de la historia o por sus enseñanzas religiosas, defienden la ocupación israelí de Palestina, incluso defienden sus incursiones, masacres, asesinatos (incluidos niños), expulsiones de familias de sus casas y, además, han llegado a prorrumpir que Israel puede hacer lo que quiera pues es el pueblo “escogido por Dios”.
Sin embargo, desde cualquier perspectiva, esta es una invasión ilegal de una mal llamada etnia, apoderándose de una tierra que no le pertenece.
Lo que pasa ahora en Jerusalén, las expulsiones de familias de sus casas, donde han vivido por generaciones, lo inhumano de los colonos que usurpan la tierra sin vergüenza ni remordimiento, incumplen la moral y las órdenes de Dios descaradamente, además de las resoluciones de la ONU, como la Resolución 2334 adoptada por el Consejo de Seguridad el 23 de diciembre de 2016, la cual se pronunció reafirmando «que el establecimiento de asentamientos por parte de Israel en el territorio palestino ocupado desde 1967, incluida Jerusalén Oriental, no tiene validez legal» y «expresando grave preocupación por el hecho de que la continuación de las actividades de asentamiento israelíes están poniendo en peligro la viabilidad de la solución biestatal basada en las fronteras de 1967».
También incumplen la Resolución ES‑10/L.22 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que es una resolución de sesión de emergencia declarando el estatus de Jerusalén como capital de Israel “nulo y sin valor”.
Es incoherente que el Estado de Israel incumpla resoluciones de un organismo como la ONU, a quien le debe su existencia.
Ahora, si la justificación es la historia registrada en la Biblia, debemos acotar los siguiente:
* La tierra era prometida por Dios para las 12 tribus de Israel: Gad, Aser, Neftalí, Rubén, Levi, José, Judá, Dan, Benjamín, Simeón, Zabulón e Izacar. Pero quienes ocupan el moderno Estado de Israel (en términos generales) solo son de la tribu de Judá, de ahí judíos, y de ahí la diferencia entre Israelita e Israelí.
* Según la Biblia, el reino llamado Israel (uniendo las 12 tribus) solo duró 80-100 años en los reinados de Saul, David y Salomón. Después se dividió definitivamente en el 924 a.C. en 2 reinos rivales: Israel en el norte con su capital en Samaria y Judá en el Sur con su capital en Jerusalén.
* Israel del norte fue destruida por Salmanasar V en el 725 a.C., y su sucesor, Sargón II, llevó cautiva parte de la población del reino del norte, pero no toda.
* El reino de Judá del sur quedó con solo la tribu de Judá y parte de la de Benjamín.
* En el 586 a.C. Babilonia conquistó Judá y se llevó cautiva parte de la población (pero no toda).
* 70 años después Ciro de Persia conquistó a Babilonia y dejó que los judíos volvieran a Judá.
* Los judíos fueron conquistados por el imperio macedonio.
* Los macabeos lograron liberarse del yugo greco-sirio por unos años, pero luego fueron dominados por Roma.
* La zona se dividió en: Galilea, Samaria, Judea e Idumea: La tetrarquía de Herodes el Grande. Esta área tenía una población aproximada de 2.5 millones de habitantes pero más o menos la misma cantidad vivía en todo el imperio Romano en comunidades importantes en Alejandría, Asía menor, Grecia, Roma y la Galia (este es el tiempo del Jesús histórico).
* En el 66 d.C. estas ciudades se levantaron contra Roma. 4 años más tarde el templo de Jerusalén fue destruido y parte de la población asesinada, vendida como esclava y exiliada (pero no toda).
* En el 135 d.C. se levantó otra revolución, la de Bar Kohba (prueba de que no todos los judíos fueron deportados), y el emperador Adriano aplastó la revolución y devolvió su antiguo nombre a la zona: “Filistea”, que en latín se dice “Palestina”. De eso hace casi 2.000 años.
* Quienes ahora viven en Palestina son las tribus restantes de Israel que se mezclaron con los pueblos vecinos (amorreos, jebuseos, amonitas, heteos, filisteos, cananeos, edomitas, ferezeos, etc.). La Biblia lo dice en Jueces 3:5-6: “Así los hijos de Israel habitaban entre los cananeos, heteos, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos. Y tomaron de sus hijas por mujeres, y dieron sus hijas a los hijos de ellos, y sirvieron a sus dioses”.
* Toda esta zona fue conquistada en el siglo VII por Omar Ibn Jattab; así, los pueblos locales, en su mayoría, cambiaron su religión al Islam y su idioma (el arameo) al árabe.
En conclusión, los judíos extranjeros (de una sola tribu y mezclados con europeos) pelean con sus hermanos locales, descendientes también de Isaac y Jacob (que se mezclaron con sus vecinos y con árabes, samaritanos, edomitas, griegos, etc.).
Las llamadas tribus perdidas del Israel bíblico están, por lógica, asimiladas en el pueblo Palestino.
Ahora, por la tierra “prometida” los israelíes −que no son los Israelitas de la promesa de las 12 tribus− matan y expulsan de sus hogares a sus hermanos, tal como ellos fueron maltratados por Asiria, Babilonia, Grecia, Roma y Europa. Lo hacen −increíblemente− bajo la justificación y la indiferencia de muchos.
*Condenamos enérgicamente las expulsiones de familias palestinas de sus hogares ancestrales, las incursiones violentas a la explanada de las mezquitas, en los alrededores y el interior de la Mezquita Al Aqsa, de las que han resultado tantos heridos y muertos.
In sha Allah, los opresores pagarán por su injusticia en esta vida o en la otra.
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