Dimensiones y ámbitos de la justicia en el Islam (parte 1 de 7)

Si vamos a hablar cabalmente de la justicia –Al ‘Adl (en concepto) y Al Mizan (en medida), según sus definiciones respectivas en el Corán, entonces dos aleyas coránicas establecerán el contexto de nuestro análisis: 

Primero: Al-lah, el Altísimo, nos impone esta directriz básica de conducta en el Corán: {Y si dos grupos de creyentes se combaten entre sí procuren reconciliarlos. Si uno de los dos actúa abusivamente contra el otro, combatan al grupo opresor hasta que respete las leyes que Al-lah ha establecido; y si lo hace, entonces arreglen el problema entre ambos grupos con equidad. Sean justos, pues Al-lah ama a quienes establecen la justicia} [Corán 49:9]. Y respecto al indispensable rol de la justicia es este mundo nos dice lo siguiente: {Él elevó el cielo, y estableció la balanza de la justicia. Para que no cometan injusticia} [Corán 55:7-8]. 

Así es que el Profeta, sal-la Al-lahu ‘alaihi wa sal-lam, cimentó la casa del Islam con el cimiento del ‘Adl y la levantó de acuerdo con la física espiritual de Al MizanÉl dijo en tres hadices auténticos sobre las autoridades mundanales mayores o menores: “Quien está a cargo de los asuntos de los musulmanes y nombra a alguien para alguna responsabilidad a sabiendas de que hay otra persona más competente para servir a los musulmanes, ha traicionado la confianza de Al-lah y Su Mensajero”; “Si un gobernante que tiene autoridad sobre los musulmanes muere habiendo traicionado su confianza, Al-lah le prohíbe la entrada al Paraíso” (Al Bujari); y dijo: “Quien haya sido autoridad, aunque sea sobre diez personas, vendrá encadenado en el Día del Juicio hasta que la justicia lo libere, de otra forma la injusticia le hará perecer” (Ahmad).  

Como un fenómeno práctico relacionado con la autoridad y la soberanía, Ibn Taimiah, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, resumió el pensamiento universal de los eruditos sobre el rol fundamental de la justicia para los musulmanes en sus procesos políticos seculares a la luz de la revelación (el Corán y la Sunnah). Él dijo: “Se ha dicho (justamente) que Al-lah garantiza la supremacía a un gobierno justo, aunque no sea de musulmanes; y que no le garantiza la supremacía a un gobierno injusto, aunque sea de creyentes”.  

La política de Al-lah para Su comunidad de creyentes tiene requisitos divinos que difieren de las demás comunidades. Ninguna nación de musulmanes accederá a la supremacía mundial en ausencia del establecimiento sólido y la práctica meticulosa de la justicia divina, sin importar lo sorprendente de sus recursos materiales ni lo avanzado de sus capacidades militares ni cuán extendidas o cohesivas sean sus alianzas globales. 

No hemos entendido nada del Islam si dejamos de lado la activa y determinada búsqueda de la justicia de forma institucionalizada y sociabilizada, y si dejamos de asignarle el rol de la primera ética funcional de nuestras autoridades al sentido de justicia que conocemos en nuestros corazones. 

¿Qué hay en una palabra? 

Si uno “siente” la palabra árabe ‘adalah cómo emerge de la boca, cómo la ‘ain árabe sale desde la garganta, luego la dal es una dentalizada, con la punta de la lengua pegada a la base interna de los dientes frontales para luego retraerse a la bóveda de la cavidad bucal para pronunciar la lam, puede luego saborear mucho del significado de esta palabra. Su emergencia desde el fondo del corazón con fuerza y pasión. Su definida y característica precisión y su posterior retirada al delicado balance dentro de la boca para ser finalmente liberada en un suspiro esperanzador. Pronúnciala por ti mismo y siéntelo: ‘adala‘adala. Estas son las formas que los árabes igualitarios del desierto usaban para identificar la frágil pero feroz fuerza portadora de equilibrio que hace de nexo entre el corazón humano y el mundo creado por Al-lah. 

Idiomáticamente, la palabra árabe ‘adala con su raíz en las letras ‘aindallam significa “justicia y equidad”. 

Una persona descrita como ‘Adl es alguien cuyas palabras y decisiones son satisfactoriamente coherentes. Al ‘Adl es también uno de los nombres de Al-lah y significa “El Justo”. El que no sigue ni pasiones ni caprichos y, por lo tanto, no emite juicios injustos ni decisiones injustas. La palabra ‘Adl también significa seguir una senda moderada lejos de todo extremo. Todos estos conceptos se refieren al mismo significado: moderación y equidad. 

Muhammad Amin Ash-Shinqiti, uno de los más profundos exégetas del Corán de nuestros tiempos, escrib en su Adwa’ ul Baian: “El significado lingüístico de ‘Adl es justicia y equidad como opuestos a la injusticia. Significa tomar un curso intermedio entre el exceso y la negligencia. Es así que la justicia o ‘Adl solo se puede establecer evitando estos dos extremos”. 

Como concepto, ‘Adl en el Islam tiene más o menos el mismo significado que el lingüístico, y los eruditos han aportado definiciones casi iguales. Estas definiciones incluyen un par de descripciones del ‘Adl por dos de los sahabahque Al-lah esté complacido con ellos, y algunos eruditos del periodo clásico del Islam. ‘Ali Ibn Abi Talib, que Al-lah esté complacido con él, definió Al ‘Adl con operatividad concisa, como Al Insaf el trato justo, poniendo énfasis en dispensar el trato justo, la justicia en acción. El polifacético Al Fajr Ar-Razi dijo lo que ya habíamos leído en las palabras de Ash-Shinqiti: “Al ‘Adl es el sendero medio entre los dos extremos, el del exceso y la negligencia”. El Shaij ‘Abdur-Rahman As-Sa’di dijo: “‘Adl significa poner las cosas en su sitio correcto y dar a los demás todos sus justos derechos”. 

En resumen, ‘Adl significa justicia aplicada, asegurándose de que todas las cosas están en balance armonioso y que ninguna criatura o parte de la creación hubiera sido privada de los que Al-lah ha decretado que merece; para todas las cosas un balance y a todos los seres sus derechos. 

Estos derechos incluyen: 

1) Los debidos a Al-lah, el Altísimo, adorándolo solo a Él sin coparticipes, obedeciendo Sus mandamientos y evitando incurrir en Sus prohibiciones. 

2) Los derechos de la gente, tratándolos con justicia y sin privarlos de cosas tangibles o intangibles que Al-lah haya garantizado por Su gracia y sabiduría. 

3) Los derechos de todo tipo de creación que Al-lah ha originado, ninguna de las cuales comparte algo con Él. Todas las criaturas y manifestaciones de creación, visibles o invisibles, animales, plantas, tierra, cielo o agua; cada una y todas juntas tienen derecho divino.  

De hecho, estas creaciones tienen sus derechos, individual y colectivamente, ante el ser humano, que obtiene de ellas innumerables beneficios que es moralmente responsable ante Al-lah por garantizarles sus derechos a estos sus compañeros en la creación.