La justicia como factor de estabilidad política y bienestar
La justicia es la base fundamental de un verdadero y duradero poder político; y es también la gran razón detrás de la paz y la estabilidad, la verdadera garantía de una vida plácida, del desarrollo humano y el bienestar. Ibn Taimiah, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, dijo: “Se ha dicho que la permanencia secular de una entidad política durará mientras haya justicia, aunque haya incredulidad; pero no habrá permanencia [para una entidad política] donde la injusticia acompaña al Islam”. El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “No hay pecado que reciba castigo más rápido (en esta vida) que la injusticia y el romper los lazos familiares” (Abu Dawud y At-Tirmidhi). En efecto, la conexión en las palabras del Profeta del rompimiento de los lazos familiares y la injusticia es más que una coincidencia, pues ambos pecados apuntan a la traición de los derechos de aquellos con los que uno esta irremediablemente ligado y será responsabilizado por ello.
El gobernante que administra la justicia entre su gente, que está preocupado por su bienestar, que protege sus derechos, que les aconseja con sinceridad y cumple con su responsabilidad para con ellos, está destinado a ganarse el amor y el afecto de su gente. Ellos tomarán en cuenta sus palabras, obedecerán sus órdenes, serán leales a él y sinceros en cualquier cosa que digan o hagan respecto a él, considerándolo una bendición de Al-lah sobre ellos; se dedicarán devotamente a protegerlo y servirle, además que se esforzarán para darle pleno apoyo en el cumplimiento de su deber.
En consecuencia, la paz y estabilidad en el país será segura. El Imam Muslim cita que el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “El mejor de sus gobernantes es aquel a quien aman y él los ama, e invocan las bendiciones de Al-lah para él. Y los peores gobernantes son aquellos a los que ustedes odian y ellos los odian a ustedes, y ustedes los maldicen”.
El gobernante amado encuentra el apoyo de su gente que lo asiste con la pesada responsabilidad que lleva sobre sus hombros. El gobernante querido es aquel por el que la gente sinceramente ora y le da su apoyo y respaldo. Cuando aparece ante la gente, se complacen de verlo y sus bocas lo alaban y sus manos le saludan. Si él no acude a su encuentro, lo disculpan, pues están seguros de que no lo hizo porque estuvo ocupado cumpliendo sus responsabilidades.
Si él fallece, la gente Le ruega a Al-lah que tenga misericordia de él y se lamentan por su pérdida. Imaginen, si esto es lo que vive un gobernante justo en esta vida, entonces lo que Al-lah le tiene preparado en la otra es mucho mejor y más grande. Sus pecados le serán perdonados, será exaltado en los grados de excelencia y el Paraíso será su recompensa. Al-lah, el Todopoderoso, dice: {Sean justos, pues Al-lah ama a quienes establecen la justicia} [Corán 49:9].
El Imam Muslim citó que el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “¡Escuchen! Los dispensadores de justicia estarán sentados en tronos de luz junto a Al-lah, a la diestra del Misericordioso, Exaltado y Glorioso. Ambos lados de Al-lah son la diestra, pues ambos son igual de meritorios. [Los dispensadores de justicia] son los que practican la justicia durante su gobierno, en los asuntos de su familia y sobre los que tienen alguna autoridad”.
También mencionó que Al-lah dará sombra a siete clases de personas en un día en el que no habrá sombra alguna sino la de Al-lah, y mencionó entre estos siete al gobernante justo (Bujari). También dijo: “Los habitantes del Paraíso son tres: uno que detenta la autoridad y es justo y ecuánime, sincero y dotado de poder para hacer el bien; (la segunda es) la persona que es misericordiosa y tierna con todos los miembros de su familia y todos los musulmanes; y (el tercero) aquel que no estira su mano (para mendigar) a pesar de tener una gran familia que mantener” (Muslim).
Sin embargo, en lo que respecta al gobernante injusto, Al-lah dice: {No pienses [¡Oh, Muhammad!] que Al-lah está distraído de lo que hacen los inicuos. Él solo está tolerándoles hasta que llegue el día en el que sus miradas quedarán fijas [por el terrible castigo que presenciarán]. Ese día saldrán de sus tumbas presurosos con las cabezas erguidas, no podrán parpadear y ni siquiera podrán pensar [presas del terror]} [Corán 14:42-43]; y dice también: {Ciertamente tenemos reservado para los inicuos un castigo doloroso} [Corán 25:37]. En este mismo sentido hay varias aleyas.
La justicia plena no se podrá conseguir sin practicar los mandamientos de Al-lah y Su Shari’ah, que provee justicia a todo nivel. Quien sea que gobierne con algo distinto que la ley de Al-lah está gobernando, de hecho, con leyes injustas, lo sepa o no lo sepa. Al-lah Dice: {Quienes no juzgan conforme a lo que Al-lah ha revelado, esos son los inicuos} [Corán 5:45]. De hecho han sido injustos con su Señor al desobedecerle y actuar de forma contraria a Sus mandamientos. Han sido injustos consigo mismos al someter sus almas al castigo y furia de Al-lah. Han sido injustos con su gente por gobernarlos con otra ley fuera de la justa y perfecta Ley de Al-lah que ha sido destinada a proteger sus intereses y sus derechos. Al-lah dice: {Juzga entre ellos conforme a lo que Al-lah ha revelado, y no sigas sus pasiones. Sé precavido con ellos, no sea que te seduzcan desviándote en algo de lo que Al-lah te ha revelado. Y si se rehúsan [a seguir lo que tú has dictaminado], sabe que Al-lah desea afligirlos por algunos de sus pecados, y que mucho de los hombres están descarriados. ¿Acaso pretenden un juicio pagano? ¿Y quién mejor juez que Al-lah para quienes están convencidos de su fe?} [Corán 5: 49-50].
El gobernante tiene dos opciones, seguir la verdad y la justicia, literalmente lo que Al-lah ha revelado, o seguir sus deseos e inclinaciones y los veredictos de la ignorancia de la revelación divina, que van contra la perfecta Ley de Al-lah, como Al-lah mismo dijo dirigiéndose al Profeta David, la paz sea con él: {¡Oh, David! Te hemos puesto como representante Nuestro en la Tierra; juzga con equidad entre los hombres y no sigas tus pasiones [cometiendo injusticias al juzgar], pues ellas te desviarán del sendero de Al-lah; y quienes se desvíen del sendero de Al-lah sepan que recibirán un severo castigo por haberse olvidado del Día del Juicio} [Corán 38:26]. Así es que solo hay dos opciones, juzgar según la justicia o seguir sus propios deseos vanos. Quien rechaza la primera opción irremediablemente tomará la segunda que está basada en la ignorancia y la injusticia, y que Al-lah atribuye a ignorar Su Revelación.
Vale la pena mencionar que la palabra árabe usada aquí para describir tal ignorancia de la guía divina es yahiliah, y de ninguna manera representa un periodo histórico, más bien es una situación o estado que existe cuando la ley de Al-lah es sobrepasada por leyes hechas por el hombre.
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